jueves, 20 de diciembre de 2018

Como diente de león: Mi opinión





Sinopsis

Los dientes de león son trocitos de nubes que han echado raíces porque tienen miedo a volar. Esas palabras que Diana dice a su pequeña, reflejan la forma en la que ella se ha sentido durante el último año. La muerte de su marido de forma inesperada descose por completo su día a día y durante un tiempo va dando puntadas a ciegas.
El dolor, vestido con traje oscuro y sonrisa torcida, es su nuevo compañero de piso y la acompaña en el descubrimiento de una traición que no esperaba. El miedo, como un borrón de carboncillo, oscurece algunas de las decisiones que debe tomar. Este libro es el viaje por el interior de una mujer que no sólo ha perdido a su marido, sino que también ha perdido la confianza en ella misma y en los demás.
Rodeada de gente que la quiere y que la obliga a mirar hacia delante, Diana va creciendo a cada paso que da como persona y como mujer, y poco a poco va haciendo un hueco a la posibilidad de volver a amar. Con esta historia conocerás a una mujer de hoy, contemporánea, real, que se equivoca, que se esconde, que no es tan fuerte como pretende, que se enfada. Pero que, a la vez, es una mujer inteligente, con un irónico sentido del humor y que es consciente de sus errores.
Diana va soltando las raíces que la sujetan al suelo y se ve más capaz de dejarse acariciar por una suave brisa y volar como diente de león.


Mi opinión:

Me recomendaron esta novela hace mucho tiempo, he visto que la compré en junio de 2016, y la he rescatado ahora y me ha encantado. Es muy probable que se convierta en la última novela leída en 2018 y me gusta acabar mis lecturas con un libro tan especial.
Cada vez entiendo menos el catálogo por estilos, ya que ésta dicen que es romántica, cuando lo que en realidad me ha parecido es una historia intimista, en la que los sentimientos están a flor de piel y la autora con una maestría increíble, nos presenta el dolor, el miedo y la soledad, como protagonistas junto a la persona que los sufre cada día, Diana.
Hablo de maestría porque me parece muy complicado comunicar el estado de una mujer joven, viuda y madre de una hija en el año que los psiquiatras llaman de duelo, y hacerlo sin que el lector se sienta triste ni presionado por la situación.
Narrado en primera persona, describiéndonos su ropa, su desgana, su pelo enmarañado por la falta de motivación para arreglarlo, sus empujones hacia adelante para que su hija no la vea triste, las difíciles situaciones por las que pasa con la familia de su marido, un nuevo trabajo, su madre, su hermano, sus amigas, los hombres a los que conoce, sin estar todavía preparada para incluirlos en su vida, todo está perfectamente equilibrado, nada sobra. Vamos avanzando con ella y atisbando la salida del túnel, el final del luto.
Y, junto con todo esto, hay una historia de amor muy bonita.
Soy una persona muy sentimental y me ha encantado la historia de la estrella, esa que se inventa Diana para explicarle a su hija, que todavía no ha cumplido cuatro años, que su papá no va a volver y que se ha convertido en una estrella que brilla mucho y que podrán mirar cada noche. Me he tomado prestada la historia y, a partir de ahora, mis padres estarán en una estrella.
Como siempre, después de leerla, me he ido a la biografía de la autora y he leído que es su primera novela. Seguiré su obra porque ésta me ha parecido una preciosa novela.

Reseña original publicada en el Blog de la Revista Pasar Página


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