martes, 17 de marzo de 2015

De investigados y encausados

En principio me parece bien, que se distinga entre investigado y encausado, porque es muy diferente.
Pero el prohibir por ley que figuren en las listas electorales, lo veo muy complicado y no siempre justo.
Porque poniendo ejemplos que todos entendemos, a mí me investigó hacienda por una declaración de la renta en la que me instaba a demostrar unas deducciones que a la administración no le figuraban.
Después de perder dos mañanas, y enseñar todos los papeles que me requirieron, consideraron que había sido un error por su parte
Pero la realidad es que fui investigada.
Otro caso muy cercano fue investigado, encausado, juzgado y declarado inocente de todos los cargos.
Por esto me pregunto ¿se puede negar el que una persona figure en una lista por estar siendo investigado o encausado?
He escuchado que sólo por temas de corrupción, pero hay delitos muchísimo más graves que no se deberían de quedar fuera.
También es un grave problema la cantidad de tiempo que se alargan los procesos.
Gurtel, Palma Arena, ERE, Noos, por citar los más mediáticos, llevan años siendo instruidos sin celebrarse juicios, y con cientos de personas investigadas, encausadas, imputadas, pero sin sentencias firmes.
Si ninguna de esas personas se pueden presentar a las elecciones, por presunta pertenencia a las tramas, por encubrimiento, por responsabilidad política, estaríamos hablando de partidos políticos que deberían desaparecer de las urnas, tanto a nivel nacionalista, como nacional, dejando fuera a gente muy válida.
Porque si nos ponemos a buscar, es fácil encontrar “trapos sucios” en todos los ámbitos.
La prueba la tenemos con partidos de reciente creación. Nadie se había interesado por ellos pero ahora son investigados con lupa, una lupa que dejaría muy mal parados a muchos de nuestros actuales políticos, si pasasen por ella.
No sé cuál es la solución.
Que la clase política está corrompida, es un hecho. Que habría que hacer una regeneración, una limpieza, desde los propios partidos y que los ciudadanos dejásemos de perdonar lo imperdonable.
Todo debería de ser más trasparente y más cercano, porque son nuestros representantes y están subidos en pedestales mirándonos por encima del hombro.
También ayudarían las listas abiertas, el imposibilitar que un Alcalde, por poner un ejemplo, deje la Alcaldía para ser Ministro, el que te expulsen de un partido con motivos justificados y no estés obligado a entregar tu acta de Concejal o de Diputado.
Y, desde luego, no juzgar antes que los jueces, preservando, por supuesto, la independencia del Poder Judicial.
Vamos, todo muy complejo, en un año que va a ser difícil y en el que muchos van a jugar al “y tú más”

Pretender hacer leyes de prisa y corriendo, no nos lleva a ningún sitio.