Ayer me invitaron a ver "Company. El musical".
No había leído nada sobre la obra y me encontré con teatro del bueno, salpicado de magníficos números musicales.
Un argumento profundo sobre vivir en pareja, casado, o disfrutar de la libertad que se pierde, al compartir tu vida con alguien pero, ganando a cambio, decirle adiós a la soledad de tu apartamento, de tu cama, de tu vida.
Reflexiones sobre el amor, el desamor, el miedo al compromiso y la amistad.
Los números musicales, excelentes, todo en riguroso directo, las interpretaciones buenísimas y, por encima de todo y de todos, Antonio Banderas, ejecutando el papel de su vida, con un chorro de voz que puso en pie a un público entregado, que llenaba el recuperado teatro Albéniz.
Magistral es la palabra que define a este malagueño que ha ido creciendo, hasta convertirse en un hombre que pasará a la historia de nuestra cultura.