viernes, 10 de septiembre de 2021

«El guardián de la marea»: mi opinión

 


Autora: Mayte Uceda

Las Palmas, 1918. Marcela Riverol y su familia tratan de sobrevivir al hambre mientras se suceden los combates entre británicos y alemanes en aguas del archipiélago canario, bloqueado por los submarinos germanos. Hans Berger, teniente de la Marina alemana, es encontrado a la deriva y llevado malherido a casa de los Riverol. Marcela lo cuidará con la ayuda de Herminia, una anciana de pasado misterioso y con fama de bruja.

Cuando Hans debe volver a la guerra, el vínculo entre ambos será tan fuerte que cambiará sus vidas para siempre.

Una épica novela que narra el bloqueo que sufrió Canarias durante la Primera Guerra Mundial y el naufragio del Valbanera, el mayor siniestro naval español en tiempos de paz. Una historia de amor que cruza océanos y atraviesa la primera mitad del siglo XX.

Solo el amor es capaz de vencer al tiempo, el olvido y la guerra.

Mi opinión

Comencé esta lectura con todas las recomendaciones que os podéis imaginar, de amigas de las que no pongo en duda sus apreciaciones.

Desde el comienzo me sumergí en la historia, solo necesité diez páginas para saber que estaba ante una gran novela. 534 páginas después, devoradas en tres días, supe que no me había equivocado.

Los diferentes sucesos históricos que iba leyendo, eran tan desconocidos para mí, que alternaba la lectura con la búsqueda de información para conocer más sobre el tema.

Nunca pensé que las paradisiacas islas Canarias, sufriesen tanto en la I Guerra Mundial y que el bloqueo sumiese en la miseria y la enfermedad a su población.

Tampoco sabía nada del naufragio del transatlántico español Valbanera, del que se cumplen, en estos días, 102 años.

De Europa, con la epidemia de Gripe española, nos trasladaremos a Cuba, viviendo allí unas experiencias increíbles.

Pero estos son solo tres muestras de todo lo que nos cuenta la autora sobre los importantes sucesos históricos ocurridos durante la trama de su novela e, incluso, con anterioridad, contado o recordado por los propios personajes.

Me han cautivado los personajes, los principales y los secundarios. Todos muy bien caracterizados y, algunos, con una complejidad difícil de plasmar. Me he enamorado de Herminia, sabiendo, desde la primera línea, que esa bruja escondía muchísimo en un interior noble.

He odiado a Gaspar, y a muchos de los hombres que aparecen en la trama, por tratar a las mujeres como algo sin ningún valor, que se puede comprar y vender. Porque Mayte Uceda ha abordado con maestría el trasfondo de la mujer de la época, en la que no tenían derecho ninguno ni sobre ellas ni sobre su futuro.

La protagonista, Marcela, acostumbrada a sufrir desde su nacimiento, valora cualquier gesto de cariño o amistad, precisamente porque le han sido muy esquivos en su corta vida. No olvidará nunca el amor de sor Felipa, otro gran personaje secundario. Marcela es todo bondad, pero las duras circunstancias que rodearán su vida, la irán endureciendo para poder defenderse del mundo.

Hans, ese alemán grandote y guapo que me encandiló desde que apareció, un personaje noble pero que está viviendo una guerra y defendiendo lo que, en ese momento, cree justo.

No voy a seguir hablando de personajes, porque son muchos, todos buenísimos, ninguno sobra, están encajados milimétricamente, consiguen que sientas y sufras con ellos, el amor, el odio, la venganza, la amistad, los sueños…

Una historia que, a pesar de superar las quinientas páginas, se lee con fluidez porque tiene una prosa maravillosa capaz de contarnos muchas cosas, muy bien sintetizadas.

¿Es una novela histórica? Yo creo que no, es una novela con ambientación histórica, muy bien documentada.

¿Es una novela de amor? Como en todas las novelas, hay amor. Y en esta, una historia de amor tan potente, que es capaz de salvar las barreras más insalvables, pero hay mucho más, tanto, que yo hablaría de una historia épica.

Y, por último, no quiero pasar por alto el epílogo, un broche de oro para esta lectura que se convertirá, sin duda, en una de las mejores del año y que recordaré durante mucho tiempo.


Reseña original publicada en el blog de la revista Pasar Página