viernes, 30 de diciembre de 2022

"Company. El musical"

 



Ayer me invitaron a ver "Company. El musical".

No había leído nada sobre la obra y me encontré con teatro del bueno,  salpicado de magníficos números musicales.

Un argumento profundo sobre vivir en pareja,  casado, o disfrutar de la libertad que se pierde, al compartir tu vida con alguien pero, ganando a cambio, decirle adiós a la soledad de tu apartamento, de tu cama, de tu vida.

Reflexiones sobre el amor,  el desamor, el miedo al compromiso y la amistad.

Los números musicales, excelentes,  todo en riguroso directo, las interpretaciones buenísimas y, por encima de todo y de todos,  Antonio Banderas, ejecutando el papel de su vida, con un chorro de voz que puso en pie a un público entregado,  que llenaba el recuperado teatro Albéniz. 

Magistral es la palabra que define a este malagueño que ha ido creciendo, hasta convertirse en un hombre que pasará a la historia de nuestra cultura.


lunes, 28 de noviembre de 2022

El duque malvado/La duquesa rebelde: mi opinión

 


Estamos ante una bilogía, es decir, una obra que tiene dos partes, y que no se pueden leer de forma independiente. Este es un punto que debería quedar mejor aclarado al presentárselas al lector. Con el título común de Las leyendas de Edelgarth I y II, se nos presenta El duque malvado y la duquesa rebelde, pero, si bien Amazon indica que son primera y segunda parte, en la portada o cubierta del libro no hace mención, aunque sí en la contraportada. Dicho esto, voy a comentar las dos novelas como una sola.

La narración no es uniforme, tiene partes muy interesantes y otras que resultan un poco más pesadas, pero el resultado final es que las he disfrutado.

Hay dos narradores, Astrid, en primera persona, y un narrador omnipresente,
aunque tiene más peso narrativo la primera. Los capítulos son cortos, algunos acaban con un bonito dibujo a plumilla.

La ambientación en la Edad Media, es buena, lo que visten, lo que comen, cómo se trasladan de un lugar a otro, la vida en los castillos, las mazmorras…

El papel de la mujer, muy bien planteado, primero depende del padre y después del marido, no hay alternativa. Los matrimonios se conciertan desde la infancia para que sean beneficiosos a sus familias, por razones económicas o políticas. Traer hijos al mundo, varones, para que haya heredero, cuidarlos, sin encariñarse demasiado con ellos porque en cualquier momento se los pueden arrebatar, ya que no tienen ningún poder de decisión sobre su futuro. Satisfacer al marido sin levantar la voz, soportar las infidelidades de este y, en muchos casos, los malos tratos.

Los hombres, defendiendo sus posesiones, por supuesto las mujeres forman parte de ellas, por lo que pueden hacer lo que quieran con ellas.

Pero no estamos ante una historia normal de romanticismo en el Edad Media, porque también hay hadas y dragones, figuras mitológicas y bichos horribles, todo descrito con naturalidad, tejiendo realidad y fantasía de manera que sean solo una.

La historia de amor entre el duque y la duquesa, bonita, nada empalagosa, con un par de escenas eróticas contando lo justo. Son una bonita pareja que se hacen querer desde las primeras páginas, cuando solo el lector sabe que se van a enamorar.

El personaje de Nasser, ese secundario de lujo que merece una historia para él solo. Una infancia difícil, poca suerte en el amor y la lealtad por encima de todo.

Toda la historia gira en torno a las segundas oportunidades. ¿Qué haríamos si nos diesen la oportunidad de volver a vivir sabiendo lo que nos ocurrirá? La autora ha hilado una historia compleja, llena de fantasía, con toques de humor.

¿Qué es lo que ha fallado? En mi opinión es demasiado larga, hay algunas subtramas en las que se extiende demasiado, aunque insisto, el resultado final es de haber leído una bonita historia.

Anne K. Austen es el seudónimo de una autora española. Buscad en las redes sociales y averiguaréis quién está detrás.


miércoles, 26 de octubre de 2022

Descubre los Centros Municipales de Mayores

Quiero aprovechar esta entrada para mostraros lo que hacen un grupo de mayores, los llamaremos así, porque ya no son jóvenes, eso está claro, que acuden diariamente a los diversos Centros Municipales de Mayores, a los diferentes talleres que se imparten, unos, la mayoría, por voluntarios, otros por profesores cualificados, que contrata el propio Ayuntamiento.

Todos nos hemos dado cuenta, en estos duros meses que nos ha tocado vivir por culpa del dichoso bichito, de lo que han sufrido nuestros mayores. De una forma diferente a la nuestra porque, a la dureza del confinamiento, ellos añadían la soledad y la dificultad para moverse con cierta soltura por las nuevas tecnologías.

Ahora, cuando parece que regresamos a una vida más o menos normal, gracias a las vacunas, intentan volver a los centros, esos que les sirven para socializar, para conversar, para aprender cosas que antes no tuvieron a su alcance, como aprender Inglés, Informática o Historia, hacer tapices de alto lizo, labores de ganchillo, artesanía con materiales reciclados, yoga, baile, dibujo, el difícil arte de los bolillos...—seguro que me dejo alguno—, y se encuentran con que son muy pocos, unos, tristemente, han fallecido, otros han enfermado o se les ha reducido la movilidad, otros tienen miedo porque han somatizado la enfermedad asociándola a los lugares de reunión, y esa disminución de «alumnos» hacen peligrar las clases que necesitan un número mínimo para ser sostenibles.

No vamos a entrar en la viabilidad, porque los voluntarios están dispuestos a seguir trabajando por un proyecto que les ilusiona, aunque sean pocas las personas a las que van dirigidas, pero lo que es una realidad es que cada vez son menos.

¿Por qué? Es muy simple, los mayores son reacios de acudir a estos centros porque son para «viejos», y lo dicen de forma despectiva.

Por ese motivo, han decidido salir a la calle, instalar sus talleres, en el caso de mi barrio, en la céntrica Plaza de los Carros de Madrid, y explicarles a todos los transeúntes, lo bien que se lo pasan y lo mucho que aprenden.

Ha sido una mañana divertida, cargada de anécdotas, pero, sobre todo, de risas, complicidad y compañerismo.

Rafa, informático, nos ha mostrado el tapiz que está haciendo con un diseño de su hijo, motero; Alfonso, lleva 54 años haciendo bolillos como entretenimiento, y ahora es el maestro; Ana, maestra, enseña artesanía con materiales reciclables a unas alumnas entregadas; en la mesa del taller de ganchillo, contemplamos unas preciosas labores; desperdigados por la plaza, los dibujantes plasman en papel los característicos edificios de esta zona y, como colofón, la clase de baile a la que se han sumado, a la salida de clase, los alumnos de un Instituto cercano, uniéndose chavales y abuelos en una improvisada pista de baile.

Mucha gente se ha acercado a preguntar si podían comprar lo que estaba expuesto, no, no se vende, lo único que venden en estos centros es ilusión.

Os animo a que busquéis en vuestros barrios, vuestras ciudades, estos lugares donde compartir momentos, evitar la soledad, aprender y reír y, si todavía no tenéis edad para disfrutar de todo esto, ayudar a encontrarlos a los que os rodean.

La mañana ha acabado en el Centro, con un cocido madrileño en la cafetería y después, alguna partidita de cartas y de dominó.


«Todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos que hemos llegado»

Francisco de Quevedo.

 

domingo, 29 de mayo de 2022

Historia de otra final

 

El 27 de mayo de 1981 fue un día especial para mi familia, os voy a contar la historia.

Corría el año 1958 y mis padres habían viajado a Lyon, recién casados, con un contrato de trabajo para mi padre, electricista de profesión, que luego resultó un fiasco. A su vuelta, poco tiempo después, se instalaron en Madrid, en la casa en la que él había nacido, en la que vivían sus padres y su hermana, y allí vivieron hasta su muerte.

A lo largo de los años, viajaron por España, conocieron muchos lugares, pero nunca volvieron a traspasar nuestras fronteras.

Cuando el Real Madrid se clasificó para jugar la final de la entonces Copa de Europa, mi padre, en absoluto secreto, organizó un viaje para acudir a aquella final con mi madre. Un viaje en autocar para conocer París, Bruselas y Ámsterdam.

El partido, con un ambiente que recordarían toda la vida, fue decepcionante, pero lo disfrutaron tanto, que el sinsabor de la derrota pronto quedó olvidado. Ese gol de Alan Kennedy, en el minuto 81, hundió a nuestra afición que estaba viendo que su equipo jugaba muy mal, pero mis padres, tenían todavía un magnífico viaje por delante.

Mi madre intercambió su bombín blanco, el que habían repartido a todos los aficionados madridistas, para llenar el Parque de los Príncipes de bombines, por una bufanda del Liverpool. El bombín de mi padre y la bufanda de mi madre, ocuparon un lugar en su armario hasta que mi madre lo tiró todo en un ataque de rabia por haberse quedado viuda.

Les encantó París, y la Grand Place de Bruselas y Ámsterdam con sus canales. Vivieron intensamente cada minuto de aquel viaje.

Recordemos que, en 1981, todavía había que presentar el pasaporte para visitar otros países, no había móviles ni internet ni redes sociales. No supimos nada de ellos hasta la vuelta, porque las llamadas telefónicas eran carísimas. Se podía llamar a la agencia de viajes y preguntar si todo iba bien. Eran, desde luego, otros tiempos.

Cuando fuimos a recogerlos a la estación de autobuses, mi madre llevaba unas alpargatas de esparto dos números más del suyo, por lo hinchadísimos que tenía los pies, por tantas horas de autocar, sus caras, denotaban el cansancio, pero su sonrisa lo decía todo.

Ya en casa, como si se tratase de un día de Reyes, abrieron el bolso de regalos. Yo estaba embarazada de mi hija y me trajeron unos biberones con unas tetinas especiales que regulaban el aire para que el niño no tuviese cólicos de gases, que en España tardarían un par de años en comercializarse, un colgante de cristal belga, una sortija de porcelana holandesa, cosméticos de Lancome… se habían gastado un dineral porque, ni estando de viaje, podían dejar de pensar en nosotros.


Siempre recordaron esa final con muchísima alegría, aunque su querido Madrid perdiese, y ellos no volvieran a cruzar nuestras fronteras.

Anoche, no pude evitar pensar en una revancha, ganando por un gol, y me vinieron a la mente mis padres y esa otra final.

 

martes, 10 de mayo de 2022

«Noches de patatas fritas y cerveza»: mi opinión

 Autora: Ángeles Valero


A Álex le ofrecen el ascenso con el que siempre ha soñado, pero eso implica mudarse a Tarragona. Aun así, acepta el traslado y se marcha ilusionada. Allí, Álex se reencuentra con Dani y Lucas, dos viejos amigos. Todo podría ser idílico, de no ser porque empieza a sentir una fuerte atracción hacia Dani.

La vida amorosa de Dani ha sido una sucesión de citas sin compromiso, pero Álex despierta en él sentimientos que nunca pensó tener. Se ve atrapado entre la parte que le dice que siga siendo solo su amigo y la que le grita que vaya a por todas, pues entre ellos hay un obstáculo difícil de superar.

¿Podrán Álex y Dani vencer al deseo que está poniendo su existencia del revés o caerán en él? ¿Será una «Noche de patatas fritas» entre amigos la solución a todos sus problemas?

Mi opinión:

Esta historia de gente normal, atrae desde la primera página.

La cena de Dani nos muestra la complicidad entre un grupo de amigos y las citas sin complicaciones. La cena de Álex, una cena, pero qué cena…

¿Quién no ha ido a una cena de amigos de otros, en los que uno se siente desubicado, no le atraen las conversaciones y le parece estar rodeado de falsedad? Unos amigos que no lo son, porque son los amigos de tu marido, que no es lo mismo. La amistad impuesta, rara vez funciona.

Con solo dos capítulos, ya conocemos a los personajes y empieza la historia. No os quiero contar nada porque hay que descubrirla, pero sí deciros que es fresca, amable, con detalles de humor, sin olvidar los celos y la traición y, por encima de todo, la verdadera amistad.

Lo que más me ha gustado es la maestría que ha demostrado la autora con los diálogos. Es una novela de diálogos, buenísimos, tiernos, tristes, cómplices. Llegamos a conocer a todos ellos por sus diálogos, porque no hay descripciones pasivas o innecesarias, la narración es sencilla y directa.

Los personajes muy bien construidos, los principales y los secundarios, todos ellos ocupan el lugar que le corresponde, nadie sobra.

Ópera prima de esta autora que, desde luego, invita a continuar leyéndola.

Me he quedado con una frase que me ha encantado: «Además, ahora no puedes pensar. Tienes el cerebro “orgasmado”

Una divertida comedia romántica que os va a gustar.


Reseña original publicada en el blog de la revista Pasar Página.


lunes, 28 de marzo de 2022

«Violeta»: mi opinión

 


Violeta de Isabel Allende

La épica y emocionante historia de una mujer cuya vida abarca los momentos históricos más relevantes del siglo XX.

Desde 1920 -con la llamada «gripe española»- hasta la pandemia de 2020, la vida de Violeta será mucho más que la historia de un siglo.

Violeta viene al mundo un tormentoso día de 1920, siendo la primera niña de una familia de cinco bulliciosos hermanos. Desde el principio su vida estará marcada por acontecimientos extraordinarios, pues todavía se sienten las ondas expansivas de la Gran Guerra cuando la gripe española llega a las orillas de su país sudamericano natal, casi en el momento exacto de su nacimiento.

Gracias a la clarividencia del padre, la familia saldrá indemne de esta crisis para darse de bruces con una nueva, cuando la Gran Depresión altera la elegante vida urbana que Violeta ha conocido hasta ahora. Su familia lo perderá todo y se verá obligada a retirarse a una región salvaje y remota del país. Allí Violeta alcanzará la mayoría de edad y tendrá su primer pretendiente...

En una carta dirigida a una persona a la que ama por encima de todas las demás, Violeta rememora devastadores desengaños amorosos y romances apasionados, momentos de pobreza y también de prosperidad, pérdidas terribles e inmensas alegrías. Moldearán su vida algunos de los grandes sucesos de la historia: la lucha por los derechos de la mujer, el auge y caída de tiranos y, en última instancia, no una, sino dos pandemias.

Vista con los ojos de una mujer poseedora de una pasión, una determinación y un sentido del humor inolvidables que la sostienen a lo largo de una vida turbulenta, Isabel Allende nos regala, una vez más, una historia épica furiosamente inspiradora y profundamente emotiva.

Mi opinión

Violeta es una carta, una larguísima carta, que la protagonista escribe a Camilo, su nieto, cuando ve la muerte sentada a los pies de su cama, después de cumplir 100 años, y cuando el mundo está asolado, nuevamente, por una pandemia.

A lo largo de la narración, con escasos diálogos, irá contando su vida, describiendo, con la mínima profusión de detalles, a todos los personajes que han sido importantes en ella o, simplemente, necesarios.

Desde la niña mimada, la ruina familiar, su paso por la pobreza, su sensualidad, sus amantes, homosexualidad, drogadicción, movimientos feministas…, en cien años pasan muchas cosas, y la autora nos las va contando, salpicando su ficción con la historia de Chile, aunque nunca menciona el país, y la de otros países de su entorno.

Un siglo de historia sudamericana, el crac del 29, el colapso económico, la dictadura y desastres naturales como un terremoto y un huracán.

Elige para su protagonista a una mujer muy inteligente, más que la mayoría de los hombres que la rodean, que se tiene que someter a las costumbres de una época dominada por los hombres, pero que cuenta, en todo momento, con una independencia económica que la permite vivir con una cierta libertad.

Estructurada en cuatro partes, Exilio (1920-1940), Pasión (1940-1960), Ausencia (1960-1983) y Renacimiento (1983-2020), la autora nos narra la particular forma de ver la vida de Violeta, que vive con una venda en los ojos durante mucho tiempo, sin ver lo que le rodea, ni siquiera cuando los que tiene cerca intentan explicárselo y se asombra cuando se entera de la dura realidad, como las decenas de miles de ciudadanos que fueron secuestrados, torturados y asesinados durante la dictadura.

Violeta le cuenta a su nieto, con todo detalle, sus amores, alguno irracional y dañino, la relación con su madre, con sus tías, con sus hijos, con su hermano, con las personas más cercanas a ella, con las que mantiene el trato a lo largo de toda su vida.

Pero a pesar de todo esto, es un libro monótono, no aburre, pero… No he empatizado con la protagonista y los personajes no resultan interesantes, se olvidan fácilmente, una lectura que no me ha dejado huella.

martes, 15 de marzo de 2022

El valle de los arcángeles: mi opinión

 

Autor: Rafael Tarradas Bultó

«Viene alguien, es hija del mal y lo cambiará todo. No tardará en llegar, lo dicen las llamas, lo dice la tierra, lo dice el aire.»

Barcelona, primavera de 1864. Gabriel Gorchs, hijo único del barón de Santa Ponsa, vive en el oscuro palacio gótico de su familia. Mientras trama cómo cambiar su suerte, recibe una carta que le informa de que la tragedia lo ha convertido en el heredero de una importante plantación en el Caribe. Aunque duda, enseguida comprende que es una oportunidad única para él. Por otra parte, Pepa Gómez, criada en la miseria y el maltrato, pero guapa, inteligente y determinada, ha conseguido trabajo en un gran palacio de la ciudad. Maquinando cómo seguir escalando socialmente, su decisión de abrirse paso sin pensar en los demás provocará un error de cálculo que la forzará a desaparecer y huir.

Ambos coinciden a bordo del Santa Graciela, un fabuloso clíper, que es el medio más rápido para viajar al otro lado del Atlántico. A los dos los espera su destino, el Valle de los Arcángeles, donde los ingenios azucareros de los Viader, los Serrano y los Abbad han convivido en armonía y opulencia hasta que se produce el primero de una serie de asesinatos.

Una historia que, con el telón de fondo de la profunda injusticia del sistema esclavista, los estertores del imperio español y la belleza de un paisaje paradisiaco, nos habla del abismo entre pobres y ricos, entre amos y esclavos, y del poder de las pasiones y de la ambición sin límites de una mujer que llegó para trastocarlo todo.

Una gran historia de pasión, amor y venganza.


Mi opinión

Una ficción muy bien encajada en la historia real de unos acontecimientos que fueron el principio del fin de la esclavitud.

Desde la opulencia de la Barcelona de 1864, en contraste con la pobreza que se vivía en los suburbios, hasta la vida en las plantaciones azucareras, y las diferencias abismales entre los señores, los amos, y los esclavos. Una forma de vida que parece espeluznante que se mantuviese durante tantos siglos. Explica muy bien la diferencia de clases y la evolución de la sociedad.

Una novela coral con un narrador omnisciente que, aunque es una ficción histórica, tiene pinceladas románticas y un punto de suspense con unos asesinatos que hay que resolver.

Me ha fallado es la facilidad con la que Pepa, la protagonista, consigue cada uno de sus propósitos y, por muy inteligente que sea, cómo puede «pulirse» en tan poco tiempo, pasando de un origen humilde a una gran señora sin que nadie se de cuenta de sus carencias y habiendo sido autodidacta en su aprendizaje. Es un personaje que no se olvida fácilmente pero que no me he acabado de creer.

Está bien escrita, bien documentada, pero es demasiado extensa y lo es porque las descripciones son excesivamente largas y ralentizan la lectura.

Ante las magníficas críticas que ha recibido, esperaba mucho más.

viernes, 11 de marzo de 2022

Tus primeras veces conmigo: mi opinión

 

Diego vivía con una herida; Elora le demostró que toda herida puede sanar.

A Diego Márquez le duele siempre la cabeza y tiene claro que es por culpa de Ángel, su padre. Lleva unos meses imponiéndole una condición: si quiere evitar que ceda a su nueva madrastra las acciones que le corresponden de la empresa familiar, deberá casarse en un breve plazo de tiempo. Algo bastante difícil, porque Diego no tiene el mejor carácter del mundo.

A él esto le parece un disparate, pero necesita salvar su negocio y, desesperado, le propone matrimonio a su empleada de hogar, Elora, convencido de que lo mandará a paseo. Sin embargo, la chica le promete pensarlo si él cumple su propia condición.

Un viaje a Mykonos, un convento, un detective privado medio chiflado, una monja muy particular y un padre angustiado completan esta historia llena de mensajes positivos, de atardeceres y de la luz del Mediterráneo.

Mi opinión:

Esta autora nos tiene acostumbrados a introducir en sus historias de amor temas sociales pero, en esta, se ha superado.

La historia de Diego y Elora podría haber sido una más, ejecutivo guapetón y muchacha de una esfera social muy inferior, empleada de hogar, bajita y redonda, que se terminan enamorando. Por supuesto, para llegar al final, pasan muchas cosas, como es lógico, incluido un viaje a Mikonos, tan bien descrito que, al acabar la lectura, nos apetece ir a esa isla en nuestro próximo destino vacacional.

Pero lo que hace esta novela diferente es Elora. Mayte Esteban se ha atrevido con un tema muy complejo: la vida de una niña no querida en su entorno familiar, porque los lazos no implican el cariño, que acabará en pisos tutelados, esos de los que no nos gusta hablar pero que están ahí y que han saltado recientemente a la actualidad. Elora sufrirá tanto que le dejará unas heridas difíciles de sanar, aunque ella pondrá un faro en su vida, porque siempre hay que buscar la luz en la oscuridad.

El tratamiento que Mayte Esteban ha hecho de este tema es tan bueno que, solo por eso, merecería la pena leer Tus primeras veces conmigo. Un perfil psicológico impecable, totalmente realista, consigue que Elora se quede grabada en la memoria como ejemplo de fortaleza, de bondad y de superación.

Cada una de las primeras veces están muy bien narradas, incluidas las sexuales, contándolo todo en su justa medida.

Diego me ha gustado. Los que padecemos de jaquecas o migrañas, sabemos lo invalidante que puede ser un dolor de cabeza y lo que amarga el carácter. No es extraño que, con el mal momento personal por el que atraviesa, sumado a esos horrorosos dolores de cabeza, no sea el mejor jefe y tenga amargadas a secretarias y empleadas del hogar. Resulta un personaje muy real, con el que te encariñas rápidamente.

A lo largo de la historia se tocan otros temas como las adicciones, los engaños, la ambición desmedida y las consecuencias de las malas decisiones, cuando se toman con la ceguera de las pasiones y las vanidades.

Sobre los personajes secundarios, pocos, que rodean a la pareja protagonista, me ha gustado mucho Alicia, de la que habría querido conocer más y el pintoresco detective.

Los diálogos, muy buenos, en esto Mayte Esteban es especialista y la cubierta de las que llaman la atención a primera vista.

Es una historia agradable con un tema de fondo muy profundo. Os invito a leer esta novela porque, sobre todo, merece la pena conocer a Elora.

lunes, 7 de marzo de 2022

La casa de las magnolias: mi opinión

 


Autora: Nuria Quintana

Editorial: SUMA

Una primera novela deslumbrante que indaga en los recovecos personales de los miembros de una familia.

Una casa de estilo indiano llena de magnolias.

El hallazgo de una antigua carta.

Y el viaje a un pasado familiar marcado por la traición.

1924

Aurora y Cristina ríen con complicidad y sueñan en el jardín de una majestuosa casa de estilo indiano. Ambas pertenecen a mundos diferentes, pero todavía no son conscientes de ello. En el universo de juegos y secretos que comparten, no imaginan que su amistad terminará de forma abrupta por una traición que marcará su futuro.

1992

La vida de Isabel comienza a resquebrajarse tras la pérdida de Aurora, su madre, con quien tenía un vínculo especial. Mientras recoge sus pertenencias encuentra una vieja carta olvidada en el desván en la que descubre la verdadera identidad de su padre. Isabel deberá emprender un viaje al pasado de su familia en busca de respuestas para poder reencontrarse con sus raíces y reconciliarse con su madre. En ese viaje descubrirá un secreto que jamás imaginó: una gran pérdida y un gran amor.

Nuria Quintana despliega audacia y estilo en una primera novela con alma de clásico. Una historia preciosista y emotiva que ahonda en los secretos de una familia, esos que quedan relegados al olvido. Amor, amistad, traición, orígenes se diluyen en un libro lleno de matices que habla de la luz y de la oscuridad de los seres humanos. Asombroso y original.

Mi opinión:

Nos encontramos ante una narración con dos hilos temporales. La historia de Aurora, la madre de Isabel, a partir de 1924 y la propia historia de Isabel, que acaba de enterrar a su madre, Aurora, en 1992.

Narrada en primera persona por diferentes personajes, algo muy complicado y que hace perderse al lector porque cuesta, en algunos capítulos, saber quién está narrando en ese momento. Describe muy bien todo el entorno, sobre todo en el hilo del pasado. Con unos personajes muy bien perfilados, entenderemos las diferencias entre los señores y los criados y el servilismo como una forma de vida.

La relación entre Aurora, la hija de los criados, con Cristina, la hija de los señores, será el punto fuerte de la narración. Muy importante el desarrollo de estos dos personajes desde su infancia hasta que dejan de convivir.

Rodeada de un halo de misterio, las descripciones son un poco largas, pero los lugares por los que transita son tan bonitos, Santillana del Mar y Comillas, que merece la pena leer sobre ellos, pasearlos y olerlos. Recorremos la casa de las magnolias, de abajo a arriba, cada rincón, haciéndola nuestra.

Amor, amistad, celos, odio, arrepentimiento, segundas oportunidades, de todo hay en esta historia, que nos mantendrá muy entretenidos.

Una novela bonita y entrañable. Magnífica ópera prima. 

lunes, 7 de febrero de 2022

«¿Sabes lo que pasa cuando dices que me quieres?»: mi opinión

 

Autora: Arwen Grey

No te fíes de tu peor enemigo, podría ser el amor de tu vida.

Nada une más que compartir un placer secreto.

Reuben, periodista de deportes, llega a una revista «femenina», donde se siente como un pulpo en un garaje. Sus compañeros son unas víboras de mucho cuidado y lo reciben con los puñales por delante. Además, se enamora a primera vista de la encargada de la sección de alta costura, Victoria. ¿O no es amor? Puede que sea una enfermedad a la que todos llaman Victoritis. Porque ella es perfecta, pero simpática y buena persona no es, precisamente.

 Aún se siente más desubicado cuando le obligan a apuntarse a un gimnasio para grabar unos vídeos tontos sobre vida sana y ejercicio con Joanne, una de sus compañeras más excéntricas. Joanne tampoco se siente muy feliz de estar allí, pero ambos descubren algo juntos: saltarse la dieta en secreto es divertido... y también descubren algo más.

Mi opinión:

La redacción de una revista que roza el cierre, sirve como fondo para que la autora nos muestre a un grupo de personajes variopintos, compañeros de trabajo, que no tienen nada en común. Una crítica ácida al mundo de los periodistas de la llamada «prensa femenina» que, sin embargo, hacen una piña para ignorar al «nuevo», un especialista en deportes muy necesitado de un trabajo.

Un amor «a primera vista» y una relación de amor/odio con una compañera con la que le obligan a compartir un trabajo un tanto denigrante, darán pie a buenos diálogos y a unos párrafos que te hacen, no ya sonreír, sino reírte abiertamente.

Puñaladas por la espalda, personas dañinas, falsas apariencias, reflexiones sobre el mundo laboral, cuando lo único importante es permanecer a flote, aunque sea mintiendo y pisando al compañero.

Muy bien elaborada la descripción de todos los personajes. Además de los protagonistas, tiene buenísimos secundarios. A mí en especial me han gustado mucho Gretchen y Brandon, pero tendréis que leerla para descubrir quienes son.

Treinta y tres capítulos cortos y un epílogo, con una narración sencilla pero cuidada, nos harán disfrutar de una novela romántica con mucho humor, algo que no es fácil encontrar.

Por cierto, tiene una preciosa cubierta o portada y un título demasiado largo.

domingo, 16 de enero de 2022

Pablo (Carta a mis padres)

 

Queridos papis:



Como ya os dije en Navidad, tengo cosas importantes que contaros, así que os envío una nueva carta.

El fin de año fue tristón, cada uno en su casa, porque no nos atrevimos a tentar a la suerte y queríamos llegar sin bicho al día de Reyes.

Tampoco fue un día de Reyes al uso, ya que estuvimos solo con Almu y su familia, porque Carlos y la suya, seguían confinados, por precaución.

Pero la noche del día seis, cuando nos trajeron a Manuela a dormir, todos imaginamos que el nacimiento del nuevo miembro de la familia era inminente.

El día siete nació Pablo, un bebé redondito y precioso, que no tuvo que dar ni un empujón porque, como se empeñó en estar hecho una bolita, pero de culo, nació con cesárea.

Después de los últimos días de preocupación, por la mamá, por el bebé de nalgas, por la cesárea, por el confinamiento preventivo, pudimos respirar por este final feliz que es, en realidad, un principio.

La carita de Manuela cuando se levantó y le dimos la noticia de que su hermano ya había nacido, y le enseñamos la foto, no la olvidaré nunca, y su reacción preguntando si su mamá estaba bien, tampoco, solo tiene seis años.

Le ha hecho mucha ilusión convertirse en hermana mayor, quiere colaborar en todo, le coge en brazos, le da besos y está muy pendiente.

Las circunstancias del covid, siempre el puñetero bicho, no nos han permitido disfrutar de nuestro nuevo nieto como nos habría gustado. Solo le hemos podido conocer cuando ya estaban en casa y sin excedernos en la visita. Es muy tragón, duerme muy bien y tiene pinta de ser muy tranquilo, es un muñeco.

Se llama Pablo porque es un nombre que les gustó a sus padres, y a todos, la verdad. Manuela habría preferido Carlos, como su padre, al que adora, pero esta vez no ha podido imponer su voluntad.

Sé que es ley de vida que no estéis aquí con nosotros, pero tenéis cuatro biznietos preciosos, las chicas tienen clarísimo quienes son la abuela Pepi y el abuelo Eduardo.

Me encanta escribiros con buenas noticias, así que espero que la próxima vez os las pueda seguir dando.

Os añoro cada día. Os quiero.