lunes, 26 de junio de 2017

¡FELIZ VERANO!


Un año más me he trasladado, en esta ocasión un poco antes, por culpa de la climatología, a vivir en la Sierra de Madrid.
Bajo al centro cada vez que lo necesito, en coche o en un magnífico trasporte público, pero cambio la forma de vida y el entorno, durante dos meses.

Los ratos que tengo para escribir en el blog, o pasearme por las redes sociales, quedan muy mermados al sacar tiempo para estar en la piscina, jugar una partida de canasta con las amigas o disfrutar de mis nietas.

Tengo pendiente el contaros cosas curiosas de mi viaje a Florencia y Pisa, alguna reseña de libros leídos, un par de rincones con encanto que me apetece mostraros y lo que vaya surgiendo.

Seguiremos en contacto, aunque mi presencia sea más breve y no os haga muchos comentarios, porque desde el teléfono me cuesta mucho más escribir y el portátil queda para momentos de soledad que, os aseguro, son escasos.

¡FELIZ VERANO!

domingo, 25 de junio de 2017

Largo invierno en París: Mi opinión.

Largo invierno en París de Juan Vilches.

No pude ir a la presentación de este libro y solo conozco al autor a través de las redes sociales, pero el tema me llamaba la atención, y la recomendación de Concha, gran lectora, me terminó de convencer para ponerlo el siguiente en la lista de lectura y, desde luego, no me ha defraudado.

La ficción histórica es un género que me atrae mucho, y me sirve para indagar después, buscando las biografías de los personajes reales, para conocerlos un poco mejor.

El largo invierno que describe el autor, durante la ocupación nazi, cuando ya se vislumbra que los alemanes van a perder la guerra y su dureza se acentúa en un Paris triste, en el que sus habitantes viven con el miedo a no sobrevivir cada día a los bombardeos, o a la denuncia de un vecino a la temida Gestapo.

Vamos alternando, según avanzamos en la lectura, desde el lujo del hotel Ritz, en el que vive Gabriel Chantal, personaje basado en Coco Chanel, hasta la miseria de las buhardillas en las que se esconden los judíos que aún quedan en la ciudad.

Por otro lado, perfectamente entrecruzado con la ficción, nos habla de Mussolini, Clara Pettaci, Franco y su mujer, Serrano Suñer, Galeazzo Ciano…

Y en el centro de todos ellos, el periodista Javier Urquiza, un hombre que me cayó bien desde el comienzo de la novela y al que terminé admirando según le iba conociendo mejor.

Unos giros increíbles, unos personajes secundarios buenísimos, muchas pequeñas historias contadas alrededor de la historia central, amor, intriga, espionaje, celos, política y un final de los que arrancan un aplauso, con lo difíciles que son los finales buenos.

Una magnífica labor de documentación y una cuidada forma de escribir, hacen de este libro uno de los que merece la pena leer, del que se puede aprender historia y pasar un rato muy agradable.


martes, 6 de junio de 2017

Nuestro madroño

El pasado fin de semana he ido a visitar nuestro madroño, el árbol que plantamos, con la ayuda de Pablo, en su finca familiar en el valle del Pisueña.

Han pasado nueve años, le está costando trabajo crecer porque ha tenido dos contratiempos importantes, que casi le cuestan la vida, pero ahora está precioso y parece que ha decidido que merece la pena luchar por vivir en un jardín tan maravilloso y cuidado con tanto cariño.
Verano 2008

Durante este tiempo, no sólo el madroño que plantamos con tanta ilusión ha vivido tiempos difíciles.

Los cuatro que compartimos ese momento, hemos visto cambiar nuestras vidas. Hemos perdido seres queridos, hemos visto crecer y madurar a nuestros hijos. En nuestro caso, hemos aumentado la familia con una nuera y un yerno maravillosos y, sobre todo, con el nacimiento de nuestras tres nietas. Nos hemos apoyado cuando lo hemos necesitado, hemos reído juntos y también hemos llorado.

Cada año regresamos, al menos una vez, a compartir un fin de semana magnífico, que siempre supera al anterior.

¡Qué jóvenes!
Nuestros anfitriones ponen todo su empeño en que nos sintamos como en nuestra casa, formando una gran familia y, por supuesto, lo consiguen.

La climatología no siempre acompaña, como estos días pasados, que se ha empeñado en llover todo lo que no había llovido en los últimos dos meses, pero da igual, porque lo importante es estar, otra vez, todos juntos.

Nuestro madroño sigue en pie como muestra de lo importante que puede ser la verdadera amistad.



Un año más, gracias por todo.