lunes, 27 de mayo de 2019

Aladdín: La película


He ido a ver esta película convencida de que me iba a decepcionar y os cuento porqué.
Además de ser una enamorada de la de dibujos de 1992, tuve el placer de verla en Brodway en un musical que quedará para siempre entre mis mejores recuerdos.
Pues a pesar de esto, he disfrutado como una niña, quizás más que muchas, porque creo que no va a gustar por debajo de ocho años, a excepción de mi nieta Manuela, que nos ha salido cinéfila y le ha encantado.

Por supuesto tiene unos efectos especiales magníficos, la recreación de Ágrabah es espectacular, el vestuario fabuloso y la música, la que ya conocíamos, con alguna canción nueva.
Me ha gustado que hayan buscado actores con ascendencia árabe y asiática, se nota en sus rasgos y los hace mucho más creíbles.

Tiene muchas moralinas que debemos explicar a los niños como que el príncipe guapo es un insulso y no enamora a la princesa, que el «ladronzuelo» por necesidad, venido del pueblo llano es el que tiene buen corazón, que la ambición a costa de lo que sea no debe tener un final feliz y que las mujeres están preparadas para gobernar, guiño que se hace en este guión a la mujer y que no estaba en el original de dibujos.

Y luego está el genio. Se trataba de hacernos olvidar al fallecido Robin Williams, que ponía voz y emociones al genio de los dibujos, y lo han conseguido. Will Smith es un genio totalmente diferente. Dicen que es exagerado pero es el que pone la magia a la película, tiene derecho a exagerar y, en mi opinión, borda su papel.

Lo que no me ha gustado: Jafar, el actor que lo interpreta no es el adecuado para este papel, parece un joven disfrazado de Jafar y el sultán me resulta un poco anodino.

La pareja protagonista lo hace bien y la famosa escena de la alfombra con la canción original, retocada, sigue enamorando. Por cierto, la alfombra mágica me ha requetencantado.

Como curiosidad, Mena Massoud, que da vida a Aladdin en la película, nació en 1992, es decir el año que se estrenó la película animada original.

Conclusión: he estado bailando con los pies toda la película y he salido de la sala con una sonrisa, para mí, suficiente.

Ah, los títulos de crédito tienen sorpresa.



viernes, 17 de mayo de 2019

La sospecha de Sofía: Mi opinión


Sinopsis:

La anodina vida de Sofía y Daniel cambia radicalmente cuando él recibe una carta anónima en la que se le dice que Sagrario, a la que venera, no es su verdadera madre y que si quiere conocer la verdad de su origen debe ir a París esa misma noche. Intrigado, pregunta a su padre por esta cuestión y él le recomienda que lo deje pasar, que no remueva el pasado. Sin embargo, hay preguntas que necesitan una respuesta y esta búsqueda desencadenará una sucesión de terribles acontecimientos y encuentros inesperados de infortunado desenlace que trastocará su vida y la de su mujer, Sofía, para siempre. Madrid, París y su mayo del 68, el muro de Berlín, la Stasi y la KGB, los servicios de contraespionaje en la España tardofranquista y tres personajes en busca de su identidad son las claves de esta fantástica novela con el inconfundible sello de Paloma Sánchez-Garnica.

Mi opinión:


Está muy bien ambientada, tanto, que sentiremos en propia piel la claustrofobia del muro, las durísimas condiciones de las cárceles de la Alemania Oriental, las manifestaciones del mayo del 68 en París y la España gris.

Pero, para mí, lo mejor es el perfil que hace de cada uno de los personajes, tanto de Sofía, como de Daniel y Klaus, los principales, como de los secundarios de lujo: los padres de ambos, Bettina, Carmen, Elvira, la secretaria del señor Sandoval, Patricia, Hanna…Nos los va mostrando poco a poco, con maestría, para que lleguemos a conocerlos, quererlos u odiarlos.

Escribe sobre unas historias duras o durísimas que, por tener la certeza de que han podido suceder individualmente, nos hacen revolvernos más aún.

Juega de tal forma con los sentimientos que vamos cambiando nuestra percepción sobre los personajes y nos hace preguntarnos, al cerrar el libro, hasta dónde seríamos capaces de llegar para salvar nuestra propia vida o la de nuestros seres queridos.

Paloma Sánchez Garnica nos enfrenta a un dilema moral: ¿Daniel o Klaus?

Yo, a pesar de la simpatía que me despierta Klaus, soy de Daniel pero, sobre todo, soy de Sofía y de todas las mujeres que le dan valor a esta maravillosa trama, tan bien hilvanada, tan bien tejida, y en la que se describe tan bien el papel de la mujer y su evolución.

Es una novela imprescindible que tiene detrás una magnífica labor de documentación que nos ayudará a conocer un poco mejor la gris historia de nuestra dictadura y la negra historia de la Alemania Democrática.

Como en todas las novelas que he leído de esta autora, se hace corta, por las tramas y subtramas, tan bien trabajadas, por cómo nos cuenta la situación política y social, a través de las vivencias, en primera persona, de sus personajes.

Dos últimos detalles: Paloma Sánchez Garnica desveló que ella era de Daniel (los que la hayáis leído, lo entenderéis) y su hijo ha escrito una bella banda sonora para esta obra, que podéis disfrutar gratuitamente. https://www.youtube.com/watch?v=Nwq6kJFsKC4

No os la perdáis.

Reseña original publicada en el blog de la Revista Pasar Página.

jueves, 16 de mayo de 2019

Desde el otro lado: Mi opinión


Conocí a Carmela Trujillo cuando ganó el  Premio Internacional HQÑ 2019 de Harper Collins Ibérica por su novela Martina. La hice una pequeña entrevista para la Revista Pasar Página y comenzamos a intercambiar comentarios en Facebook.
Después colaboró conmigo en el artículo Charlas de mesa camilla sobre la maternidad y ahora tenemos una comunicación asidua.

La verdad es que no me esperaba que le pidiese a Erika Araya de  Kuei Ediciones, que me enviase este libro del que no conocía nada.

Sinopsis:

Tras sufrir un accidente en una carretera comarcal, el alma de Blanca de los Ríos llega a un lugar de tránsito con un toque terrenal donde, mirando los espejos de sus aseos, ella puede ver qué es lo que ocurre al otro lado; qué es lo que ocurre con quienes se quedaron. Mientras, en el lado de los vivos, todas las personas con quienes se relacionó Blanca, la recuerdan con más o menos tristeza. Solo su madre la mantendrá viva e intacta en su memoria, gracias al vínculo especial que siempre existió en ellas. Un vínculo que no entiende de lugares ni espacios y que hará que ambas noten sus respectivas presencias.

Mi opinión: 

No puedo negar que la empecé a leer con recelo, porque el tema no me apasionaba, pero fue creciendo mi interés por la historia y por lo que les va ocurriendo a sus protagonistas.

Con una original forma de narrar, nos va contando la historia de Blanca, muerta, el lugar en el que se encuentra hasta que resuelva sus cosas pendientes en el mundo de los vivos, como era su vida y sus relaciones con los demás, tal y cómo lo percibía ella y cómo era tal y como lo percibían los demás.
La historia de Candela, Cande, su madre, cómo vive la pérdida de su hija, el duelo.

Los extraños títulos de los capítulos que se repiten: Son las dos de la madrugada, y llueve. Los que esperan al otro lado. Y la vida continua, mientras tanto. La vida colateral. Amistades y amores que dan miedo…

Las magníficas reflexiones de la carpeta roja y la carpeta azul: 

Los sueños hay que nombrarlos para que se conviertan en realidad. Hay que llamarlos por su propio nombre y en voz alta para que pierdan el miedo y aparezcan en nuestras vidas.

Y un epílogo maravilloso.

Un canto al amor entre madre e hija, contado de la forma más dura que se puede contar, desde la pérdida y que, sin embargo, nos permite imaginar que existe algo más allá, que nuestros seres queridos están en algún lugar y que podemos sentirlos y también un canto a la vida y a la superación.

Os invito a leerlo.

Reseña original publicada en el Blog de la Revista Pasar Página