sábado, 24 de noviembre de 2018

Carta a mi hija en su cumpleaños


Querida Almu:
Hoy es tu cumple y sigo viviéndolo con ilusión, como aquel día en el Nuevo Parque en el que te vi la carita por primera vez.
Para todo hay una primera vez y también para la maternidad. La sensación es única, sin quitarle importancia al resto de los hijos, son experiencias diferentes.
Ahora que soy abuela, también entiendo lo que sintieron mis padres contigo, su primera nieta, a la que adoraron.

Hoy vas a celebrarlo rodeada de todos los tuyos, todos, porque nos reunimos en la famosa comida de los cumpleaños de otoño que ha coincidido con tu día, tus niñas te cantarán el cumpleaños feliz y recibirás regalos y yo, te escribo esta carta, cortita, que te hará llorar de emoción, para decirte lo importante que eres en mi vida.


¡Un millón de besos, princesa!

viernes, 16 de noviembre de 2018

Manuela cumple 3 años



Mi querida Manuela:
El mundo que tu vas a conocer ya no escribe cartas por eso espero que las guardes como un recuerdo.
Hoy es tu cumple, hablaré contigo por teléfono y me esperaré al domingo para poderte dar un abrazo fuerte y volemos…
Sí, volar, ese es nuestro juego desde hace muchos meses. Yo te cojo en brazos y damos vueltas para que tu cuerpecito vuele. Una vez, dos y…la última, porque si no yo acabo mareada en el suelo ¿Te imaginas?
Tres años ya desde esa madrugada en la que vimos tu carita por primera vez. Unas horas después, presencié tu primer baño, lloraste a pleno pulmón para dejarnos claro que ibas a tener un carácter difícil de doblegar. Si no te gusta algo, no te gusta y no hay más que hablar.
¡Te pareces tanto a tu padre! Según vas creciendo me haces recordar momentos que ya hemos vivido con él. Es increíble la fuerza que tiene la genética que, aun con factores externos tan diferentes, repitan comportamientos.

Te has convertido en una colegiala, aunque seas la pequeña de la clase, te nos has hecho mayor y ya dejaste la guarde para iniciar una nueva etapa en el colegio de los grandes. La nueva maestra ya te ha calado, tienes un carácter fuerte y contigo no valen las imposiciones, hay que ganarte día a día.
Estás viviendo una etapa diferente, compartiendo casa con los otros abus, hasta que puedas estrenar «la casa grande», como tú la llamas, pero eres feliz, que es lo importante.
Juegas a disfrazarte y te encantan los zapatos, en eso te pareces mucho a mí. Me gusta leerte cuentos y siempre recuerdas el de Espaguetta «Qué ascazo, qué asquito, me va a dar un ataquito» y me hace muchísima ilusión que lo recuerdes.
¿Qué te puedo desear? Que tu vida esté llena de amor y felicidad y que yo pueda seguir escribiéndote cartas.
¡Felicidades, Manuela!


jueves, 15 de noviembre de 2018

El alma que me habita: Mi opinión






Resumen:

«Vendrá desde el otro lado y ocupará su lugar para sembrar en tierra yerma. Su lengua se retorcerá y sus pasos os guiarán hacia el futuro. Mientras él acecha en las sombras para darle caza, porque nadie puede vencer al Tiempo».
Pallars. Año del Señor 1017. Bertrand de Riell, abate del monasterio de Suverte, se dispone a escribir una crónica de la historia de su familia y los motivos por los que desapareció el Señorío de Riell sin dejar rastro…
En la actualidad. Emma es una joven pintora con relativo éxito que ha regresado a España después de varios años viviendo con sus tíos en Roma. Emma siempre ha estado muy interesada en la historia de Riell, el pueblo donde nació, y durante años ha recabado información sobre el señorío. Esa investigación la llevará hasta Florencia, al palacio de Federicco Tarenzi, que afirma ser descendiente directo del humanista Poggio Bracciolini y de quien asegura que heredó una tabla del siglo X y el códice de Bertrand de Riell.
Una trama que combina el realismo mágico con la novela histórica y el suspense. En esta novela encontrarás una fascinante historia sobre dos almas condenadas a encontrarse.

Mi opinión:

Está estructurado en dos partes, con veintiséis capítulos, más el primero al que llama «Un principio». Todos comienzan con citas de Nietzsche, que me han encantado.
Es una novela con dos líneas temporales, una en el siglo X y otra en el siglo XXI.
La autora va narrando una historia actual, con muchos secretos que se van desvelando, que me tenía cautivada y, cuando está en lo más interesante, me ha transportado al siglo X y me ha vuelto a cautivar.
Es una obra original, muy tierna en muchos momentos, llena de emociones, que me han hecho sonreír con algunas situaciones de las que cuenta. Creo que tiene detrás un buen trabajo de documentación para adentrarnos en la Edad Media.
Antonia Romero tiene la habilidad de hacerme muy agradable una lectura aunque mezcle lo mágico y sobrenatural, de lo que no soy muy amiga. Esto demuestra que, cuando algo está bien narrado, da igual que sea o no creíble, yo me lo tomo como un cuento y disfruto con ello.
Me han gustado todos los personajes, en especial Guillem de Leuda, aunque no sé si un caballero del siglo X se habría comportado como él lo hace en el libro.
Como curiosidad, en mi cabeza Emma y su antepasada Ermesenda tenían, desde el comienzo, la imagen de la actriz Patricia López Arnaiz.
Por último, lo que menos me ha gustado, el final, que me hace pensar en que esta historia está pensada para una segunda parte y, si es así, habría preferido saberlo.
No obstante, muy recomendable.

Publicado en el Blog de la Revista Pasar Página.



martes, 6 de noviembre de 2018

La otra cara de una presentación: Aquello que fuimos


26 de octubre de 2018
El día amaneció gris, había llovido durante la mañana, pero el tiempo no nos iba a quitar la ilusión que habíamos puesto en esta presentación. Cada uno había tenido que hacer sus particulares malabarismos para poder tener libre desde la hora de la comida hasta que, después de cenar, llegase la despedida.
Habíamos quedado directamente en El dinosaurio todavía estaba allí, lugar elegido para la presentación, con el fin de dejar todo preparado para por la tarde, ya que sabíamos que abrirían con la hora muy justa.
Allí esperamos la llegada de Pilar, la anfitriona, que en esta ocasión venía acompañada de su marido, al que no es muy fácil ver en este tipo de eventos.

Noviembre 2017 «Un café a las seis»
Había transcurrido un año desde que nos reunimos aquí mismo para la presentación de Un café a las seis, a la que Víctor Fernández Correas no podía asistir pero le dio a Pilar la sorpresa de comer con nosotros.
Pilar Muñoz y Víctor Fernández Correas
En esta ocasión no pudo acompañarnos, pero vendría más tarde ya que sería quien acompañase a Pilar en la puesta de largo de Aquello que fuimos.
La comida transcurrió entre risas y complicidad. Se disfruta mucho cuando se puede compartir físicamente con amigos con los que acostumbras a «dialogar» a través del teléfono o el ordenador.
Como la lluvia nos había dado una tregua, decidimos visitar, al igual que hace un año, la Feria del Libro que acababa de inaugurarse en la Plaza Mayor. Dimos un paseo agradable y decidimos tomar un café en algún hotel de la calle Atocha, ya que el tiempo no estaba para sentarnos en una terraza.
Pero la realidad es que no nos servía cualquier hotel, yo quería que fuésemos a uno en particular, ese en el que nos esperaba María José Moreno, recién llegada desde Córdoba en el AVE y que era la sorpresa que le teníamos preparada a Pilar y a Mayte.
A estas alturas tuve que buscar un cómplice porque no entendían que tuviésemos que caminar tanto para tomarnos un café.
El reencuentro fue emotivo para todos, unos porque no la esperaban y otros porque no la veíamos desde hacía tiempo.
Ahora sí nos tomamos ese esperado café y nos reímos  con las anécdotas de unos y otros. El tiempo pasó volando y en la puerta del Dinosaurio ya había gente esperando para entrar.
Desde ese momento MariPili se convirtió en la escritora Pilar Muñoz intentando agradar y saludar a todos aquellos que habían decidido ocupar su tiempo en un viernes lluvioso y con un Madrid colapsado de tráfico, para acompañarla.
La presentación fue todo un éxito, pero eso ya lo contaré en otra entrada.
A la salida, después de despedir a los numerosos asistentes, iniciamos un paseo despacio, comentando todo lo que habíamos vivido y terminamos cenando unas tapas en la Plaza de Benavente.
Nuestra cita había llegado a su fin, cada uno de vuelta a su casa, a su hotel...Mercedes Gallego, que se unió a nuestro grupo y María José Moreno se perdieron caminando por la calle de Atocha, dos grandes escritoras del brazo.
Y yo me traje el recuerdo de un día inolvidable que ahora me apetece compartir.
Esos momentos bonitos que vivimos gracias a decisiones aparentemente intrascendentes, esas decisiones de las que habla Pilar Muñoz en «Aquello que fuimos»

(Reseña pinchando en la foto)