Cosas mías
Aquí encontrarás mis vivencias, mis lecturas, mis cartas... ¿Te apetece acompañarme?
sábado, 9 de agosto de 2025
Mis lecturas de JULIO
jueves, 10 de julio de 2025
Mis lecturas de junio
"Lady Ariana" de Nieves Hidalgo.
Preciosa, con un protagonista masculino, Rafael, que me ha cautivado.
"Dragón negro" de Fernando Benzo.
Me ha gustado mucho. Tramas cruzadas, vidas complicadas, giros insospechados, crítica social... muy buena.
"La fábrica de ángeles" de María Zaragoza.
¡Menuda trama!, negra, muy negra, ambientada en el Madrid de los años 20 del pasado siglo. Lectura absorbente y narración impecable, no os la perdáis.
sábado, 7 de junio de 2025
Mis lecturas de mayo
La Toffana de Vanessa Montfort. Una historia
de las que no se olvida, me ha encantado. Se convertirá, seguro, en una de las
mejores lecturas del año.
La acompañante de Arwen Grey. Comedia
romántica que lees con una sonrisa y te da pena que acabe. ¿Se puede pedir más?
La gitana de Arwen Grey. Esta es una historia
que forma una serie con la anterior, aunque su lectura es independiente. Me ha
gustado menos porque no he empatizado con los personajes.
El cantar del Norte de Pilar Sánchez
Vicente. Una narración histórica escrita de forma amena para llegar al
lector. Me ha gustado mucho.
La editorial del señor Bennet de Mónica Gutiérrez.
Primera novela de esta autora, las he leído todas, que me decepciona. Se pierde
en las descripciones, párrafos larguísimos, resulta pesada de leer y acaba por
ser aburrida.
martes, 6 de mayo de 2025
Mis lecturas de abril
Las aventuras de Pepe Pepino en la Tierra de
María José Moreno y Alberto López Jaén, muy esperado para todos los que
conocimos a este peculiar personaje hace diez años. Espero que se convierte en
una larga serie.
Guerreras, españolas que empuñaron las armas de
Carolina Molina, Ana Morilla y María Pilar Queralt de Hierro, un ensayo muy
ameno para conocer mejor a un grupo de mujeres casi olvidadas.
La novia de la paz de Rosario Raro, muy bien
narrada pero la historia no ha traspasado las páginas, no me ha llegado al
corazón.
La sociedad de la pluma y la rosa de Zahara C.
Ordóñez, cinco historias unidas por su amor por la literatura. Me ha
encantado.
Las fuerzas contrarias de Lorenzo Silva. Este
autor nunca me decepciona, empiezo a leer sabiendo que me va a gustar. En este,
a Bebilaqua y Chamorro los acompañan importantes reflexiones sobre los momentos
vividos durante el confinamiento. Muy bueno.
martes, 8 de abril de 2025
Mis lecturas de marzo
Marzo ha sido un buen mes de lecturas:
Amnesia de Francisco Lorenzo
Trepidante, inquietante, muy original. No se puede contar
nada sobre ella, hay que leerla.
Un te quiero a destiempo de Susana Rubio.
No sé si es una novela romántica, aunque hay varias
historias de amor, pero el protagonista indiscutible es el duelo, muy bien
narrado. Tiene cosas muy originales y otras muy manidas. Una lectura muy
agradable.
El hijo del Reich de Rafael Tarradas Bultó.
Me ha gustado muchísimo. Ha combinado con maestría la
intriga y el espionaje dentro de una trama ambientada en la Segunda Guerra
Mundial. Una muestra de que, cuando la narración es buena, no importa el número
de páginas.
Jotadé de Santiago Díaz.
Magnífica. Ha empezado con buen pie esta nueva serie. Me ha
sorprendido, manteniéndome «pegada» a la lectura durante dos días. No se puede
contar nada sobre ella, hay que leerla.
Orgullo y Prejuicio 2.0 de Sara M. M.
Me llamó la atención la sinopsis: «Un retelling
moderno de la clásica historia…». Vamos, no sé cómo se han atrevido a ponerle
este título, novela corta sin desarrollo de personajes. Para olvidar.
Kyle de Abril Laínez
Novela romántica. He disfrutado con esta pareja y con su
rocambolesca historia. Mucho más profunda de lo que parece, toca temas
interesantes como las envidias, el duelo y la relación con los hijos.
jueves, 13 de marzo de 2025
Cinco años después: carta a mis padres
Queridos mamá y papá:
Hace mucho tiempo que no os escribo, aunque os recuerdo cada
día. Hoy, sin ir mas lejos, al comprar unos bacaladitos para cocinarlos como tú
los hacías, mamá, y un queso muy curado como el que a ti te gustaba, papá.
Estos días estamos recordando, 21 años ya del 11M, creo que
fue la última vez que lloramos juntos, papá, luego lloré yo sola tu pérdida
unos meses después.
Y, sobre todo, nos viene a todos a la cabeza que ya hace
cinco años desde que se decretó el estado de alarma y, unas horas después,
entró en vigor el confinamiento de la población. Quince días, nos dijeron… pero
se alargó a 100 días. Recuerdo que hablando con Edu, al principio, me dijo que
se conformaría con que nos dejasen salir para San Isidro. Yo le taché de
exagerado y se quedó corto, cortísimo.
No viví aquellos días agobiada por la falta de libertad, por
no salir a la calle, no me sentí mal por eso. Juan Carlos y yo creamos unas
rutinas para sobrellevarlo lo mejor posible. Cosí y tejí, haciéndoles vestidos a las Nancys, cociné mucho, comidas ricas elaboradas, que intercambiaba en el portal con Víctor, que me traía todo lo del supermercado. Me dediqué a conseguir que Pasar Página se siguiese publicando, para lo que interactuaba más con todos a través de las redes para llenar de contenido la revista. Después del aplauso, eso ya os lo
conté en otra carta, jugábamos por wasap en el grupo de la familia a
innumerables juegos que circulaban esos días por las redes sociales. Los fines
de semana nos preparábamos un aperitivo especial, para distinguirlos de la
monotonía del resto de los días. Lo que me entristecía era no poder ver ni
tocar a los míos y tener que hablar con las niñas a través de una pantalla. Y, sobre todo, el sentimiento de miedo.
Cuando salía a la calle a hacer compras imprescindibles, me apenaba
ver nuestro barrio, siempre lleno de gente, vacío, con todo cerrado. Regresaba
a casa con el corazón encogido.
El número de fallecidos, ninguno muy cercano, aunque sí
conocidos, que aumentaba cada día, los que enfermaron, la preocupación por
Fátima, al pie del cañón, por Paula y Elena, enfermeras hijas de amigas, la
admiración por los que arriesgaban su vida cada día para intentar salvar otras
y para cubrir unos servicios esenciales, todo eso llenaba mis días y lo sigo
teniendo muy presente.
No os voy a contar nada de cifras, de eso ya se encargan los
políticos que lo han emponzoñado todo, perdiendo lo más importante que debe
tener el ser humano, el respeto hacia el otro, pero las estadísticas son
escalofriantes.
Dicen que no hay que olvidar la Historia para que no vuelva a repetirse, no sé si algo así se puede volver a repetir, pero yo desde luego no lo he olvidado. Tampoco lo que vino después del confinamiento, los meses con mascarillas, con alejamiento social, con miedo de acudir a los lugares en los que había mucha gente, las playas con parcelas, las piscinas y los parques cerrados, la suspensión de las Olimpiadas, de las Ferias del Libro, la celebración bajo mínimos de las Navidades… Pero también la alegría del reencuentro con los míos, eso lo tengo grabado como uno de los mejores momentos de mi vida y la esperanza que llegó con las vacunas.
A partir de aquí se marcó un antes y un después en nuestras
vidas. Cuando echamos la vista atrás, siempre decimos «eso fue antes del COVID»,
igual que cuando se habla de las guerras, porque realmente ha sido nuestra
guerra, diferente a la que vivisteis vosotros, pero una guerra.
Pues eso, que hoy, se conmemoran 5 años del comienzo de
todas esas vivencias que no nos hicieron mejores, como decían algunos,
simplemente nos hicieron diferentes.
Copiando las palabras de la periodista Ángeles Caballero, yo
no quiero cerrar mis heridas de la pandemia si eso implica dejar de dar las
gracias a todos los que estuvieron ahí.
Quiero pensar que, desde vuestra estrella, seguís
ayudándome. En general, soy feliz, intento vivir con intensidad cada momento y
disfruto de los míos. Las niñas ya están muy mayores, están entrando en otra
etapa que espero seguir compartiendo con ellas y Pablo, ¿qué os puedo decir de
Pablo?, es lo mejor que nos ha pasado en estos cinco años.
Hasta la próxima. Os quiero.
lunes, 10 de marzo de 2025
MIS LECTURAS DE FEBRERO
Alma negra de Ibon Martín
Magnífico cierre de las novelas protagonizadas por Ane
Cestero, con una buenísima forma de narrar en la que el paisaje es un
protagonista más de la historia.
Sueños entre cenizas de María Suré
Buena novela negra en la que nada es lo que parece, con el
mundo de la arqueología como telón de fondo.
El esplendor de Agustín Martínez
Una historia muy original con unos giros inesperados, una
novela oscura y retorcida que no defraudará a los seguidores de Agustín
Martínez ni a los de Carmen Mola.
La gran nevada de Holden Centeno
Relato que me ha impactado. Muy bueno.
El efecto tulipán y otros síndromes de Sarah Wall
Una historia de amor y de amistad, llena de humor y de los
mismos clichés que me encuentro últimamente en los personajes masculinos.