Querida Victoria:
Hoy hace un mes que naciste y te voy a dedicar esta entrada, que seguro que será la primera de muchas.
Has sido un bebé querido desde el primer minuto de vida y
nos has llenado de felicidad a todos.
Las amigas que tengo que ya sabían lo que era estrenarse
como abuela, me habían contado que era una experiencia inexplicable, y es
verdad.

Estoy segura de que conoces mi voz, mi olor y mis besos.
Pero, lo que son las cosas, no me inspiras para escribir nada
más que estas líneas.
Eso sí, no quiero dejar pasar la ocasión de decirte que soy
la abuela más feliz del mundo.
Entrañable y tierno. Añoro esa felicidad. Un beso
ResponderEliminarYo he estado mucho tiempo esperando. La vida de nuestras hijas no es fácil para plantearse la maternidad.
EliminarPero llegará, seguro.
Un beso.