Querido papá:
Un año más aprovecho para escribirte el día de tu cumpleaños
y contarte el resumen de nuestro año.
Ha sido un año bueno, no nos podemos quejar, te voy contando
por familias:
Fátima se incorporó a su UVI, y está feliz, con más tiempo
libre para poder disfrutar de su nieto Hugo. Hugo es un niño muy espabilado, no
es demasiado amoroso pero lo suple con simpatía y habla por los codos desde muy
pequeño. Víctor y Arantxa se fueron a vivir a un piso más grande, eso sí, más
lejos, pero vienen mucho por el barrio. Este año que entre será el de su boda, que
se convertirá en todo un acontecimiento. También será el de la oposición para
Ari, esperemos que tenga más nota y consiga su plaza.
Edu y Mar, con algunos problemillas de salud por parte de
Mar, producto de un traspiés, han decidido irse de vacaciones, esas que no
pudieron disfrutar en verano.
De la familia de Carlos, la mayor novedad es que a Mónica la
han nombrado directora de un colegio enorme, una tarea ilusionante pero cargada
de trabajo y de problemas, estamos muy orgullosos. Manuela es una niña lista,
trabajadora y muy disfrutona y Pablo un terremoto, muy, muy amoroso. El resumen
de Carlos es que es feliz, ¿te parece poco?
Almu, que se ha quedado con el diminutivo, porque su hija es
Almudena para todos, menos para su padre que, por abreviar, la llama
Almudenita, está bien. Su trabajo actual le permite tener más tiempo libre por
las mañanas, porque las reuniones con su empresa, al ser americana, son por la
tarde. Aunque entró con un perfil bajo, sin querer destacar, le ha durado poco,
pero eso ya te lo contaré en otra carta, que no quiero adelantar
acontecimientos. Víctor, feliz de la vida, disfrutando sus vacaciones navideñas,
sin pensar en la vuelta al trabajo porque, en el cole, los adolescentes cada
vez dan más problemas a los profesores. Victoria y Almudena, creciendo muy
rápido. Victoria con una preadolescencia que no sabe si va o si viene y
Almudena, como siempre, muy unida a su madre y dándose cuenta de que en la vida
no es todo color de rosa y en las amistades, tampoco.
Y nosotros, Juancar y yo, bien, sin demasiadas novedades,
con algún que otro sobresalto sobre los que no merece la pena escribir, disfrutando
de nuestra gran familia. Cuando nos juntamos todos, por los cumpleaños de
noviembre o los de enero, ya somos 17 o 18, depende de si viene o no Lucía, la
hija de Víctor. Este año hemos celebrado los 10 de Manuela, 44 de Almu y 66 de Fátima y mío, y fue muy especial.
Papá, me encanta reunirlos a todos, como te pasaba a ti, tal
día como hoy estaríamos comiendo pimientos rellenos, aunque habría que haber
innovado, porque a muchos no les gustan, tendríamos que tener opción A y opción
B.
Mamá, no te pongas celosa, escribo a papá porque es su
cumple, pero leeréis esta carta juntos y, seguramente, si en las estrellas se
llora, echaréis una lagrimita, al igual que lo estoy haciendo yo al releerla.
Vuestros biznietos os conocen, saben quienes sois, hablamos de
vosotros y de vuestras vidas para que la historia de nuestra familia no se
olvide.
Os quiero, cada día.
Un millón de besos.


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