martes, 19 de marzo de 2013

Día del Padre



No me resisto a dejar pasar el día de hoy sin escribir algo sobre el tema.
Ya ayer leí varios comentarios sobre que el día del padre era un invento del comercio.
Yo, que me apunto a todas las festividades que supongan reunir a mi familia, ya no discuto sobre el tema.
Puede que sea algo inventado por un comercio, cómo también lo será el día de la madre.

Pero si nos paramos a pensar, hoy día casi todas nuestras celebraciones están pensadas para que unos pocos se lucren.

Si nos fijamos en las fiestas religiosas como Bautismo, Primera Comunión y Matrimonio, nadie las concibe sin una celebración.
El matrimonio en particular, se ha convertido en un negocio increíble, ya sea civil o religioso, en el que se mueven miles de euros ya que, con sólo citar la palabra “boda” se añaden ceros a la derecha de cualquier precio: vestidos, flores, comida, música o viajes.

Si hablamos de la muy próxima Semana Santa, son cada vez menos los que la viven con el recogimiento propio de las fechas que se conmemoran.
Los católicos compaginan las procesiones y visitas a las iglesias con actividades propias de las vacaciones y los no católicos hacen lo mismo pero sin creencias religiosas, huyendo al pueblo a la playa o haciendo algún viaje bonito, si su economía se lo permite.

La Navidad, que merece una reflexión a parte, se rodea de consumismo, comidas de empresa, regalitos, vestidos de fiesta, etc.

Los cumpleaños, sobre todo si son infantiles, quiebran la economía del mes que te toca. Hay que llevar una tarta al cole, y no cualquier tarta, porque hay que tener en cuenta que siempre hay niños alérgicos y no se deben sentir diferentes. Se llevan chuches a las actividades extraescolares. Se celebra un día con los amiguitos del niño, casi nunca en casa. Y, luego la celebración familiar, que las abuelas no se pueden quedar sin ver soplar las velas al niño….

Hasta la muerte es un negocio.
Estás en el tanatorio velando a tu ser querido y te llega un comercial a mostrarte el catálogo, y te tienes que enjugar las lágrimas para elegir y preguntar precios.

En conclusión, que si el día del padre ha sido inventado por alguien para hacer negocio, pues a mí me parece muy bien.
El mundo que nos ha tocado vivir no nos deja muchas oportunidades para reunirnos con nuestros hijos y pasar un día divertido.
Y yo sigo añorando, ocho años después, no poder compartirlo con mi padre.
Allá donde estés FELICIDADES!!!!!

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