domingo, 16 de junio de 2019

Antes de los años terribles: mi opinión


Víctor del Árbol siempre sorprende, sus novelas son duras y hay que leerlas despacio para asimilarlas, pero en esta ocasión, como dice mi amiga Marina Collazo, se convertirá, probablemente, en «la novela»,  una lectura inolvidable y será muy difícil de superar.

Nos encontramos ante una narración en primera persona, dividida en dos tramas, una en presente y otra en pasado. Nos cuenta la historia de Isaías Yoweri, un niño al que le roban su infancia al secuestrarle, junto con su hermano, para convertirse en un «niño soldado» del grupo guerrillero paramilitar de Uganda, liderado por Joseph Kony.
Isaías, que vive en Barcelona, vuelve a Uganda para enterrar definitivamente su pasado, un pasado que no ha sido capaz de contar ni siquiera a su compañera, que está esperando un hijo suyo.
El autor ha sabido intercalar magistralmente el peso de las historias para que el lector sea capaz de soportar y asimilar lo que está leyendo y que, según ha confirmado Del Árbol, es real en un 90%.
El autor ha querido plantear «la dicotomía ética sobre cómo las víctimas se acaban convirtiendo en verdugos».
No se ha recreado en lo violento, pero tampoco evita narrar la brutalidad de las experiencias vividas por sus protagonistas, haciéndolo en la justa medida para asumir su lectura.
La descripción de cada uno de los personajes que detalla, con unos perfiles psicológicos muy complejos, hace que lleguemos a conocerlos muy bien y a odiarlos intensamente, porque no consiguen generar ninguna empatía, no merecen el perdón.
También hace una dura crítica al mundo occidental que vive indiferente a África y sus problemas.
En este drama hay espacio para dos grandes historias de amor, una en el pasado y otra en el presente, pero también exalta el amor entre hermanos, el valor de la verdadera amistad, la venganza o el agradecimiento, presentándolo todo de una forma muy cercana.
La opinión que os creéis sobre Isaías, es muy personal. Yo os pregunto ¿qué haríais si formaseis parte de un jurado en el que se juzgasen sus actos?
«Sólo se sobrevive al horror siendo el horror, despojándote de la moral y entregándote al instinto brutal para ser libre».
Es, en resumen, una novela para sufrir disfrutando de muy buena literatura y de una gran historia.

Reseña original publicada en el blog de la Revista Pasar Página

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