Víctor del Árbol siempre sorprende, sus novelas son duras y hay que leerlas despacio para asimilarlas, pero en esta ocasión, como dice mi amiga Marina Collazo, se convertirá, probablemente, en «la novela», una lectura inolvidable y será muy difícil de superar.
Nos encontramos ante una narración en primera persona,
dividida en dos tramas, una en presente y otra en pasado. Nos cuenta la
historia de Isaías Yoweri, un niño al que le roban su infancia al secuestrarle,
junto con su hermano, para convertirse en un «niño soldado» del grupo
guerrillero paramilitar de Uganda, liderado por Joseph Kony.
Isaías, que vive en Barcelona, vuelve a Uganda para enterrar
definitivamente su pasado, un pasado que no ha sido capaz de contar ni siquiera
a su compañera, que está esperando un hijo suyo.
El autor ha sabido intercalar magistralmente el peso de las
historias para que el lector sea capaz de soportar y asimilar lo que está
leyendo y que, según ha confirmado Del Árbol, es real en un 90%.
El autor ha querido plantear «la dicotomía ética sobre cómo
las víctimas se acaban convirtiendo en verdugos».
No se ha recreado en lo violento, pero tampoco evita narrar
la brutalidad de las experiencias vividas por sus protagonistas, haciéndolo en
la justa medida para asumir su lectura.
La descripción de cada uno de los personajes que detalla,
con unos perfiles psicológicos muy complejos, hace que lleguemos a conocerlos
muy bien y a odiarlos intensamente, porque no consiguen generar ninguna
empatía, no merecen el perdón.
También hace una dura crítica al mundo occidental que vive
indiferente a África y sus problemas.
En este drama hay espacio para dos grandes historias de
amor, una en el pasado y otra en el presente, pero también exalta el amor entre
hermanos, el valor de la verdadera amistad, la venganza o el agradecimiento,
presentándolo todo de una forma muy cercana.
La opinión que os creéis sobre Isaías, es muy personal. Yo
os pregunto ¿qué haríais si formaseis parte de un jurado en el que se juzgasen
sus actos?
«Sólo se sobrevive al horror siendo el horror, despojándote
de la moral y entregándote al instinto brutal para ser libre».
Es, en resumen, una novela para sufrir disfrutando de muy
buena literatura y de una gran historia.
Reseña original publicada en el blog de la Revista Pasar Página
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