viernes, 14 de marzo de 2014

Historia de una presentación

Todos sabéis lo que disfruto por tener entre mis contactos de facebook a un grupo de escritores que, de no existir esta red social, nunca habría soñado conocer.
La historia empezó con un grupo, en el que se hablaba de libros y al que me invitaron. Marta Querol figuraba entre sus miembros.
A pesar de ser una persona discreta, en alguna ocasión comentaba algo de su primer libro “El final del ave fénix”.
A partir de ahí, me empezó a interesar su historia personal y la difícil andadura que estaba teniendo para abrirse camino en el mundo literario.
Nos hicimos cíber-amigas, la seguí en su trayectoria y, pasados unos meses, compré su libro y lo leí.
Aquello marcó nuestra relación, porque ya no sólo la apreciaba como mujer, por ser una luchadora, si no que la admiré como escritora por haber escrito un libro maravilloso.


Un libro que me pudo dedicar electrónicamente, ya que lo vendía directamente ella a través de Amazon.
Marta, sin saberlo, me abrió el camino para conocer a otros escritores, todos de los llamados “autores indies”
Siempre he sido una gran lectora, pero tratar directamente con los escritores, comentar sus dudas, sus portadas, sus títulos, sus ventas, ha sido y es para mí una experiencia fabulosa.
Conocí personalmente a Marta en unas Jornadas Literarias a las que vino a Madrid para hablar de su primer libro y me pareció tan cercana y simpática como era en la red.
Me fue imposible acudir a la presentación de “El final del ave fénix” pero coincidí con ella en la Feria del Libro y ayer, por fin, llegó el día en el que presentó su segundo libro “Las guerras de Elena”.
Muchos de los que la seguimos, lo habíamos comprado y leído hace meses, en electrónico, y nos había vuelto a cautivar. Es la continuación del Ave Fénix y aún queda una tercera parte, que está escrita pero no publicada.
A estas alturas me he dado cuenta de que, para un escritor, hasta que su libro no está en papel, no es mayor de edad. Es su puesta de largo aunque haya sido leído ya por miles de personas.
Y ayer era el día en Madrid, ya que en la Comunidad Valenciana ya ha hecho varias presentaciones, todas multitudinarias.

Casa del Libro:

Mi amiga Marisa y yo, llegamos las primeras. Sólo estaba allí un chico que resultó ser el guitarrista.
Cogimos un buen sitio y empezó a llegar el público, lectores, escritores y me imagino que amigos.
Marta llegó como siempre simpática, cercana, nerviosa, saludando a todo el mundo y preocupada porque su primo, que había ido a hacer unos recados, no llegase a tiempo. Pero llegó.
Yo esperaba expectante a la escritora que iba a presentar el libro, Marta Rivera de la Cruz, mi escritora más admirada, la que recomiendo a todo el mundo por su forma de escribir y sus bonitas historias. Y llegó con capa y sombrero y se sentó a la derecha de Marta.

Empieza la presentación:


María Vicenta, organizadora del evento e íntima amiga de Marta, presenta el libro, lee el prólogo, de fondo, los acordes de la guitarra de Carlos Murillo. La cantante de jazz Cris Blasco canta la “vie en rose” y se unen Luisa Gavasa y María Luisa San José, para junto a Guillermina Royo Villanova y el actor Juan Jesús Valverde leer, cómo si se tratase de una novela radiofónica, varias escenas del libro.
La sala, llena, estaba en silencio absoluto. Creo que a todos nos estaba emocionando oír lo que habíamos leído, tan bien expresado.
Rompimos el silencio varias veces en unos merecidísimos aplausos.
Hubo más canciones, la última, “Libertad sin ira”, me costó trabajo no tararear.
Y de aquí se pasó a un coloquio entre las dos Martas que me dejó boquiabierta.
Marta Rivera la iba hablando de tiempos, de personajes, y Marta Querol los iba explicando, desgranando como los había creado, porqué eran de esta o aquella manera.
Marta, agradeció públicamente la asistencia de su tocaya, a la que había conocido cuando ella misma quedó entre los diez finalistas del premio Planeta y, comentó que ni de lejos soñó tenerla a su lado, años después, presentando un libro suyo.
También reconoció el apoyo de Antonia J Corrales, escritora magnífica, mejor persona y a la que me une, también gracias a Marta, una buena amistad.
Y pasó el tiempo sin darnos cuenta, había que despedirse, dejar espacio a la dedicatoria de los libros.
La cantante y el guitarrista tuvieron el detalle de amenizarnos con su música mientras Marta firmaba, se hacía fotos, sonreía.

Antonia iba de aquí para allí, haciendo de hermana mayor.
A Marta Rivera la pudimos saludar un momento, aunque se fue rápido, creo yo que por no quitar protagonismo a Marta Querol.
Tuvimos la oportunidad de conocer a Mercedes Gallego, escritora de novela policiaca, de la que no he leído nada pero ya he anotado en mi lista de pendientes.
Y salimos de la Casa del Libro con una sonrisa, nuestro libro dedicado y la seguridad de que puede haber otras presentaciones bonitas y agradables, pero esta será muy difícil de superar.


¡¡¡¡¡Enhorabuena Marta!!!!!

4 comentarios:

  1. Precioso, me ha encantado lo de hermana mayor. Millones de gracias por la magnífica crónica que has hecho. Nos encanta que estés a nuestro lado, lectora del alma.

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  2. Te dejé anoche un comentario, pero no ha salido. Con el móvil no me aclaro. Pero no pude irme a dormir sin dejarte mi agradecimiento por esta entrada en tu blog. Creo que has sabido expresar la magia que hubo. Y sí, Antonia es mucha Antonia. Gracias, Almudena, y ojalá sigamos compartiendo momentos como el de ayer.

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  3. Muy buena invitación a la lectura. Buena cronista.

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