Cuando fui madre, compaginé mi vida laboral con la
maternidad, reduciendo mi jornada a la mitad.
Cuando nació mi segundo hijo, la empresa me
necesitaba a tiempo completo, por lo que puse en la balanza y decidí quedarme
en casa atendiendo a mis hijos al menos hasta que fuesen los dos al colegio con
cierta independencia.
A pesar de que me formé para no quedarme atrás ya
que la ofimática ganaba terreno con pasos de gigante, no encontré un trabajo
que me fuese compatible con la vida familiar, y continué ejerciendo de madre,
porque yo nunca he considerado que trabajase de “ama de casa”, si no de madre.
Decidí que mi sobrina, recién nacida, no tenía
necesidad de ir a una guardería teniendo a su tía y también la crié.
Mi tiempo se dividía entre mis niños, mi casa, el
APA del colegio público en el que conseguimos hacer muchísimas cosas sin
dinero, abusando de amistades y familia y la creación de los Consejos Escolares
que fue una experiencia apasionante. Me faltaban horas.
Cuando cumplí cuarenta años, las empresas me
contestaban diciendo que mi perfil era bueno pero la edad no les cuadraba. Así
que seguí haciendo lo que mejor se me daba: cuidar un rato a los niños de otros.
Tristemente, las cosas han cambiado muy poco. Las parejas
de hoy, tienen los mismos problemas para conciliar familia y trabajo que
teníamos hace más de treinta años.
Las guarderías son caras, la mayoría de los
abuelos son mayores, ya que se ha retrasado mucho la edad de la maternidad,
mantener a una persona en casa, impensable para la mayoría, pedir una
excedencia, si se puede soportar económicamente, te puede llevar al paro, ya
que las empresas lo aprovechan para hacer despidos improcedentes, y así seguiría con un largo etcétera.
Y cuento todo esto, porque me ha parecido muy mal
la presencia de hoy en el hemiciclo de El Congreso de los Diputados de la
señora Bescansa con su bebé de meses en brazos, durante las votaciones para la
constitución de la mesa.

Y me ha parecido muy mal, porque el Congreso tiene
guardería para todos sus trabajadores, cosa que no tienen la mayoría de
empresas en España.
Lógicamente es muy libre de elegir llevar o no a
su bebé a la guardería, pero entonces le tendrá que dejar en casa.
Defendí a la señora Chacón, cuando pasó revista a
las tropas siendo Ministra de Defensa, embarazadísima. Me pareció muy bien,
porque el embarazo es un estado, no una enfermedad.
También me gustó cuando la señora Sainz de Santa
María rehusó acudir a actos nocturnos o en fin de semana, si no eran
imprescindibles, porque tenía un bebé recién nacido al que no le importaba que
su mamá fuese Vicepresidenta.
Pero lo de hoy no me ha gustado nada.
Esta señora tiene, desde su escaño, que intentar
cambiar las leyes para que mujeres u hombres, puedan criar a sus hijos sin
renunciar a sus trabajos, para que todas las grandes empresas tengan
guarderías, para que haya ayudas al pequeño empresario que permitan recortar
horarios a madres o padres de hijos menores.
Pero llevarse a su bebé al hemiciclo, abusando de
su privilegiado trabajo, no está bien.
Ha utilizado la imagen de su hijo para ser primera
plana de periódicos y acaparar las redes sociales, pero creo que se le ha
vuelto en contra.
¿Se imagina la señora diputada que tuviese que ser
atendida por el SUMA y, que llegasen con sus bebés los cuatro trabajadores que
van en la UVI?
Esto, señora Bescansa, es un feminismo muy mal
entendido que yo, desde luego, no comparto.
Ni yo, Almudena. No qquiero ni pensar en las colas que se organizarían si las cajeras de los supermercados hiciesen lo mismo. ¿O es que ser diputada tiene privilegios? Empezamos mal, muy mal. Si este es el cambio entran ganas de decir aquella frase: "que me quede como estaba".
ResponderEliminarQue empiecen a dialogar para intentar arreglar las cosas.
EliminarLos gestos simbólicos, después.
Que empiecen a dialogar para intentar arreglar las cosas.
EliminarLos gestos simbólicos, después.
Para mí ha sido una estúpida manera de acaparar la atención, nada más. No me imagino a una profesora de secundaria entrando en clase con su bebé y sacándose la teta cuando al pequeño le entre hambre, porque eso es una manera de reivindicar la famosa conciliación laboral.
ResponderEliminarYo quiero gente comprometida, que quiera solucionar los problemas de verdad que tenemos, que son muchos, y que estén dispuestos a ello,no gente que se crea que esto es una fiesta o una reunión de vecinas donde sí están permitidas ciertas cosas. Habiendo guardería, lo que ha hecho esta señora no tiene ni pies ni cabeza, salvo que lo que quisiera es ser trending topic en Twitter.
Te has dejado lo de la charanga en la puerta, como si esto fueran las fiestas patronales.
¡Qué país!
La charanga no la había visto, pero tampoco me ha gustado. Yo me tomo la política muy en serio y los "postureos" me enfadan.
EliminarLa charanga no la había visto, pero tampoco me ha gustado. Yo me tomo la política muy en serio y los "postureos" me enfadan.
EliminarElla ha explicado que el niño no está destetado aún, pero que le lleva al una escuela infantil donde paga 300€ y como iba a ser una jornada larga y no podía ausentarse, por eso y puntualmente lo hacía.
ResponderEliminarMe parece mal porque cualquier madre que quiere seguir trabajando se prepara el destete para poder dejar al su hijo con abuelos, escuela o cuidadora.
Esta señora lo que quería es lo que ha conseguido el titular la foto etc...