La verdad es que no me había planteado leer este libro por
puro enfado al enterarme del fiasco que es el Premio Planeta y que yo, en mi
ingenuidad, desconocía. (El engaño de un gran premio)
Pasados unos meses, y después de la recomendación de un
amigo con un gusto en la lectura muy parecido al mío, decidí leerlo, pidiéndolo
prestado a mi hermana.
Me ha parecido una novela muy larga, le sobra al menos un
tercio. La primera parte se hace aburrida. Las descripciones de la
localización, el pazo familiar, el invernadero o los viñedos, son excesivas.
Las elucubraciones de Manuel, el protagonista, sus dudas y
sus reflexiones filosóficas, muy reiterativas.
No me digáis el motivo, pero el teniente Nogueira, Guardia
Civil recién jubilado, en mi mente era Torrente, el personaje creado por
Santiago Segura.
Es difícil hacer una crítica sin desvelar el argumento, por
lo tanto dejo en el aire que todo lo relacionado con Samuel, un niño de tres
años, no es compatible con su edad y además roza el absurdo al final del libro.
Dicho todo esto, la trama policiaca es entretenida aunque
parezca un libro por encargo y me explico: Lo protagoniza un homosexual viudo
de otro homosexual, acostumbrado a vivir en un Madrid sin perjuicios, que viaja
a la Galicia profunda con sus costumbres ancestrales, los señores que utilizan
a los vasallos en los grandes pazos, llenos de secretos inconfesables,
drogadictos, curas pederastas, prostitutas buenas, reinsertados…
Creo que no cabían más tópicos, convirtiéndolo en poco
creíble.
Sobre el final, riza el rizo.
Mi opinión es que se puede leer, como tantos otros. Pero ni
es un gran libro, ni se merece un gran premio.
Pues no podías haberlo dejado más claro. Yo todavía tengo pendiente la trilogía del Baztán... para el 2040 o así. Este no me llama tanto y como tú dices, me decepcionó que Dolores accediera a participar en el tongo del premio planeta.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo Almudena. Hace unos meses que lo leí y tanta descripción y tanto tópico me cansó basrante. Los malos, malísimos y los buenos, o menos malos un poco bobos para lo inteligentes que son. El desenlace un poco de escapar por algún sitio, en fin... El Planeta hace mychos años que dejó de ser un premio creíble, con buenos libros.
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