Mi verano ha llegado a su fin. Volver a Madrid, al barrio, a la rutina diaria, será un hecho a partir de mañana.
Durante este tiempo estival he disfrutado de mi familia, apurando cada momento, porque sé que el resto del año, resulta mucho más complicado reunirnos, con horarios laborales, colegios, extraescolares y distancia.
Mañana se inicia una nueva etapa que traerá importantes cambios. Manuela ya comenzó el viernes su nuevo cole y Victoria empieza el lunes. Las dos van ya a coles de mayores, con uniforme y libros. Almudena seguirá con nosotros por las mañanas pero es un trasto al que tendremos que reeducar para vivir "en la capital".
Es increíble lo rápido que se me han pasado estos dos meses y medio, la visita a la playa es ya un recuerdo lejano y parece que fue ayer cuando recorrí el camino en el sentido contrario. Como dice el poema "todo pasa y todo llega".
La parte positiva es que tengo proyectos que me ilusionan y que dispondré de más tiempo para mí.
Pues eso quería contaros, que he vuelto y, como siempre, intentaré regalaros sonrisas.
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