lunes, 20 de abril de 2020

El secreto del orfebre: Mi opinión



En estos días de confinamiento, varios han sido los autores que, de acuerdo con sus editoriales, nos han regalado sus obras.
Ese ha sido el caso de esta novela corta, «El secreto del orfrebre», que Elia Barceló y Roca Editorial, regalaron a sus lectores.

Sinopsis:

Tan breve como intensa, tan fácil de leer como difícil de olvidar, tan sencilla en sus recursos como inquietante en el recuerdo, esta es una novela de amor. Uno de esos raros ejemplos en los que la literatura se lanza sin miedo a abordar los temas eternos, y lo hace para que nos planteemos cuestiones fundamentales: ¿es el tiempo más fuerte que el amor?, ¿de qué forma perdura la belleza?, ¿es el cuerpo un mapa del deseo con fecha de caducidad?, ¿puede el deseo alterar la realidad? La nostalgia, el sexo, la pasión, la identidad..., nos hallamos ante una obra que abordando los sentimientos en profundidad, sabe ser rigurosamente nueva: una bellísima historia del fin del milenio sobre la imposibilidad del amor. Simplemente hay que abrir el libro y comenzar a leer. En esta reedición de El secreto del orfebre se añaden unas páginas inéditas del cuaderno de su protagonista, Celia Sanjuán; un texto adicional que convierte a esta novela de Elia Barceló en una nueva obra, reconfigurando su significado y ofreciendo con maestría otro giro final. En esta bellísima pieza literaria su autora nos recuerda que somos palabras, que somos seres que nos narramos a nosotros mismos, creando así nuestra propia historia. En la búsqueda nostálgica de algo que puede estar o no estar allí, esta novela corta tan breve como intensa presenta una historia de amor e identidad que desafía los hilos del tiempo, de la soledad y de la memoria, en aquel espacio en el que el deseo tiene su propia dimensión y la pasión sus propias leyes. Una novela llena de lírica y sentimientos, una historia de amor imposible. Una pieza de orfebrería, una joya literaria que nos lleva a sumergirnos en lo más recóndito de nosotros mismos. Porque también estamos hechos de la materia con la que se construyen los recuerdos.

Mi opinión:

No sabía nada de esta novela y me encontré con una historia de la que casi no puedo contar nada porque perdería su esencia. Sólo deciros que es una preciosa historia de amor, de esas que no se olvidan y que perduran en el tiempo, aunque precisamente el tiempo es lo extraño y original que tiene esta novela.

Un original entramado, muy bien tejido, con dos historias diferentes pero con los mismos protagonistas. Secretos, misterios, el reflejo de la sociedad de los años cincuenta y la de los años setenta, diferentes formas de pensar, pero no de juzgar a las personas por sus actos. Unas historias de amor que ocurren en el pueblo de Villasanta en la región de Umbría, en el norte de España y que el protagonista recuerda desde su casa de Nueva York, viendo nevar a través de la ventana.

Es una novela extraña, dulce, melancólica, que nos atrapa con gran magnetismo. El final es redondo con las últimas páginas del diario de Celia, dando su visión de los acontecimientos y, ¿por qué no?, planteando un atisbo de esperanza.

Está muy bien escrita porque Elia Barceló escribe muy bien pero, además, es muy bonita, merece la pena que la leáis.

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