jueves, 30 de abril de 2020

Doce horas: Mi opinión


La Editorial Harlequin (HarperCollins Ibérica) ha tenido la iniciativa de pedir a sus autoras que escriban un relato sobre este confinamiento para distribuirlo gratuitamente entre sus lectores. Este es uno de esos relatos.

Doce horas
 de
 Mayte Esteban




En un rincón de una ciudad, doce horas son suficientes para demostrar que hace falta mucho más que un virus para detener la vida de sus habitantes. Ni aun en la primavera más extraña han dejado de cantar los pájaros. Pongamos que hablo de Madrid…

Mi opinión:

En este relato o novela corta de 57 páginas es fácil que veamos reflejada alguna de las situaciones que hemos vivido en estos días, nosotros mismos o las personas cercanas. Se podrían escribir muchísimas páginas con curiosidades, pero reflejar los sentimientos de la mayoría, no es sencillo y Mayte Esteban lo ha conseguido.

El miedo, el cariño, la tristeza, el alejamiento de los nuestros, la añoranza, la imaginación, el amor, el dolor, el sentimiento de culpabilidad, la soledad y ¿por qué no? la alegría. Porque estos días también ha habido alegría en muchos hogares: han nacido niños, se han cumplido años, se ha recibido con ilusión a los curados, nos hemos dado cuenta que existen buenas personas a nuestro alrededor, que no conocíamos y hemos vivido experiencias inimaginables hace unos meses.

La dedicatoria que hace a su abuela Pascuala ya nos permite imaginar que no vamos a leer unas historias tristes «…entre muchos momentos muy duros, hubo otros que estuvieron llenos de luz.», decía la abuela refiriéndose a la Guerra Civil, y esos momentos llenos de luz son los que ha querido reflejar la autora.

A un pequeño prólogo que se titula Doce horas y nos pone en antecedentes de lo que ha ocurrido «de la noche a la mañana», sucederán once capítulos cortos que tienen como título el nombre del protagonista de la historia que se cuenta y la hora en la que está sucediendo la acción.

Así, con estas once mini historias, va tejiendo un puzle sin necesidad de describirnos a los personajes, enlazándolos hasta llegar a la explosión final que supone el epílogo: Otra vez, la vida. Un epílogo lleno de esperanza al que no ha querido poner fecha, «un tiempo después», llegará cuando llegue, pero llegará.

Un relato muy cuidado, con unos diálogos que ayudan a convertir la narración en historias reales y un buen ejemplo de que el número de páginas no es directamente proporcional a la calidad.

No quiero dejar de comentar la bonita portada y el acertado título: las once historias abarcan doce horas, desde las 20:00 horas de Adrián hasta las 8:10 de María Jesús, doce horas en las que una ciudad no se para, aunque lo pretenda un mal bicho…«pongamos que hablo de Madrid»

Una bonita lectura. Muy bonita.

1 comentario:

  1. Me alegra mucho de que te haya gustado. Mucha fuerza para Madrid, que está viviendo una de las peores primaveras de su historia. Podremos con ello, no puede ser de otro modo, solo tenemos que empeñarnos.

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