Casualidad es sinónimo de azar. Llamamos así a un
hecho extraordinario, en el que la fortuna lanza los dados y estos sacan el
mismo valor exacto. Casualidad sería, por ejemplo, encontrarte a un amigo de la
infancia en la Abadía de Westminster. Pero, ¿es casualidad cuando una obra
literaria se parece sospechosamente a otra? ¿O cuando una serie de televisión
parece estar bebiendo de una novela que no aparece citada por ninguna parte?
La primera vez que, como lectora/espectadora, me
pareció estar ante algo que ya conocía, fue con el personaje de Alonso de
Entrerríos, de «El Ministerio del Tiempo».
Había leído «El medallón de la magia» de MayteEsteban, y su protagonista masculino, Alonso de Esteban, que vivía en el
presente como fantasma del Siglo de Oro, acompañando a Amanda en la aventura de
buscar un medallón perdido desde el siglo XVII, se parecía sospechosamente a lo
que estaba viendo en la televisión. Quizá si no se diera la coincidencia de
nombre, no llamaría tanto la atención.
La novela fue presentada a un concurso en el año
2010 y se publicó en Amazon en marzo de 2012, mientras que la serie se estrenó
a principios de 2015, por poner fecha a ambas creaciones.
Por lo demás, entre la serie y la novela las
coincidencias terminan ahí, aunque sí es cierto que el personaje es asombroso
lo que se parece. Me hizo pensar en casualidad. Una enorme casualidad.
Otra casualidad más reciente, es la serie «Tiempos
de guerra», que se emite en la actualidad, y que cuenta los amores complicados de
una dama enfermera y el jefe médico, en la ciudad de Melilla, durante la guerra
del Rif.
En la novela «La reina del Azúcar», de DoloresGarcía Ruíz, publicada en 2015, la trama principal es la de los difíciles
amores entre una enfermera voluntaria, Inés Belmonte y un médico militar,
Eduardo Vidal, también en Melilla, durante la misma guerra.
Cuando Dolores García Ruíz presentó su novela, una
productora de televisión que trabaja para Antena3, se reunió con ella y con su
editora para hablar de una posible serie basada en su obra. Eso quedó en nada,
pero ahora están emitiendo algo que nos recuerda a los protagonistas de su
libro y el ambiente en el que se mueven durante la guerra.
Ya sé que, cuando se escribe sobre Historia, los
hechos que se narran son comunes a muchas novelas, pero viendo situaciones y
personajes tan parecidos, me hace pensar si sería posible que se basen en
novelas para escribir los guiones sin citar las fuentes.
Por eso, pregunté a varios autores sobre el tema y
todos han coincidido en contarme que han encontrado muchas similitudes con sus
obras o las de sus colegas, en series de televisión… casualidades.
Como dice Mercedes Gallego, con lo que cuesta crear
unos personajes, al autor le duele mucho ver algo tan similar, firmado por otra
persona.
Lo que es un hecho es que, bastante dura es la lucha
diaria de los autores para ver sus obras publicadas, compradas y leídas, como
para meterse en más líos, aun teniendo la sospecha de si las casualidades
existen.
Artículo publicado en la revista Pasar Página (SEPIAS) nº 1
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