Hace varios meses que visité Florencia, que me entusiasmó y
dará lugar a más de una entrada en este apartado de viajes, pero lo que os
quería contar hoy es todo lo relacionado con las entradas a los grandes
monumentos de la ciudad, que ningún turista nos queremos perder.
Como planificamos con mucha antelación y me pareció entender
en las páginas de compra de entradas que las personas con esta minusvalía
tenían acceso gratuito e inmediato, sin esperas, escribí para confirmarlo y me
contestaron amablemente y bastante rápido, que efectivamente era así, y que se
extendía también a un acompañante. Por tanto, solo había que comprar dos
entradas.
Habíamos decidido llevar reservadas la de La Galería de los
Uficci y las de la Galería de La Academia. Nos dirigimos a la página oficial www.florence-museum.com/es/reservar-entradas.php
Pagamos 16,75 por cada entrada más 4,75 de comisión es decir
86 euros. Lo que nadie explica, ni en estas páginas ni en ningún lugar que yo
encontrase, es que el precio real de las entradas es de 8 euros y que este pago
te da derecho a entrar sin hacer fila, sin esperar o con una espera mínima,
pero pagas casi el triple por cada entrada, insisto, en la página oficial. (Esto es extensible al resto de monumentos)
Probablemente, lo volveríamos a hacer, porque estábamos en
el mes de junio, hacía muchísimo calor y nuestro tiempo para visitar todo lo
que queríamos era limitado, pero sería un detalle que te informasen.
El segundo punto que quería tratar es el del Duomo y la
famosa cúpula de Brunelleschi. Esta maravilla no se puede ver accediendo a la
planta de la catedral, si no comprando una entrada de acceso a la cúpula. El
problema es que se llega a ella a través de 463 escalones. No hay otra manera.
Me dirigí a la oficina situada en la misma plaza del Duomo,
para explicar que si se tiene una minusvalía no se pueden subir 463 escalones
y, puesto que la entrada para él es gratuita, le dejasen acceder a través de la
nave central de la iglesia para verla desde abajo.
Imposible. Si eres minusválido te quedas sin ver la
magnífica cúpula porque, aunque durante el culto no prohíben el tránsito, es
prácticamente imposible contemplarla, ya que hay personal del templo pidiendo
que no se camine durante la celebración de la misa.
En fin, que ahora que se está empezando a cuidar la accesibilidad, esto que se
solucionaría fácilmente, no se lleve a cabo. Entiendo que no sea factible poner un ascensor, pero permitir que se contemple desde abajo, no es tan complicado.
Continuará...
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