Conocí
a María José Moreno, la escritora, leyendo “Bajo los tilos”, un libro que me
cautivó y me llevó a querer saber más de esta autora, algo que hoy es
relativamente sencillo gracias a las redes sociales.
Me
cuenta Facebook, que nos hicimos “amigas” en enero de 2014. Podría haber
quedado en un trato amistoso como tengo con tantos escritores a los que sigo,
leo y admiro, pero con ella fue diferente.
Nos
unen muchas cosas: una edad similar, su Córdoba natal es la Córdoba de mi madre
y de mis abuelos, nuestro amor incondicional por la familia, el orgullo que
sentimos hacia los hijos, nuestra ilusión por tener unas personitas que nos
llaman abuela, y nuestra pasión por la literatura.
Hemos compartido grandes momentos, agradables conversaciones, nos hemos sincerado en infinidad de ocasiones, y hemos ido fraguando una amistad verdadera.
Hemos compartido grandes momentos, agradables conversaciones, nos hemos sincerado en infinidad de ocasiones, y hemos ido fraguando una amistad verdadera.
Siempre
que María José viene a Madrid -mi viaje a Córdoba está pendiente- procuramos
compartir unas horas en las que charlar a solas, o en compañía de amigas
comunes.
En
esta ocasión, hemos quedado para tomar un refresco en una de las cafeterías de
la Estación de Atocha. Tenemos por delante dos horas hasta que salga el AVE que
la llevará de vuelta a su casa y hemos decidido hacer de nuestra conversación
una pequeña entrevista.
La
veo llegar a lo lejos, menuda, sonriendo, con su maleta de viaje y un libro en
la mano.
Como
solemos “dialogar” por escrito, siempre me sorprende con su acento cordobés,
suave, envolvente.
-¿Qué tal ha ido la Feria? ¡Qué rabia no haber podido
acudir!
-No ha estado
mal. No he arrasado, pero algunas personas se han acercado a conocerme después
de leer la Trilogía del Mal. Aunque ya sabes que lo mejor es el reencuentro con
la gente de Madrid, en ese sentido, te he echado mucho de menos.
-Estás viviendo un año sabático, porque necesitabas
descansar de la dureza que supuso escribir “La trilogía del Mal”, por ese
motivo no me apetece hablar de tus libros, si no de tu vida.
-Por mí genial, pero el año ya se ha cumplido y ya es
hora de que me meta a escribir algo, porque creo que como lo deje mucho me va a
acostar adentrarme. Se está demasiado bien sin hacer nada, jajaja.
-¿Qué supone para ti la familia, tu familia?
-La familia lo es todo. Sin ellos, no sería como soy y
por ellos me levanto cada día con ilusión por seguir haciéndolo bien.
-Cuando tu hija decidió estudiar Medicina y,
posteriormente, especializarse en Psiquiatría, como tú, ¿qué le aconsejaste?
-Lo cierto es que nunca le insistí para que estudiara
Medicina. Es una carrera muy larga, dura y además se necesitaba una nota de Bachillerato
y Selectividad muy alta para entrar. Durante muchos años estuvo debatiéndose
por otras carreras hasta que en el último (creo que cuando supo que iba a sacar
nota suficiente) ya se decidió por
Medicina. Por otro lado, me preocupaba que la estudiara en Córdoba. Como sabes
yo soy profesara de la Facultad de Medicina y temía que sus compañeros le
hicieran la vida imposible. Sin embargo, no fue así. Ella estudió más que el
resto y supo labrarse el respeto entre ellos. A lo largo de la carrera, también
dudó en qué especializarse, pero al final lo tuvo claro, sin que yo le dijera
nada, que quería ser psiquiatra. Yo la mandé a la Unidad de Agudos del
Hospital, la más dura, para que viera si de verdad le gustaba y vino encantada.
En realidad, nunca he intervenido en sus elecciones. Creo que hay que dejar que
ellos escojan por sí mismos, se equivoquen o no.
-¿Qué se te viene a la cabeza del día que acabó la
carrera?
-Para mí fue muy emocionante porque yo hice la conferencia de
clausura en el acto de imposición de becas. Recuerdo como la voz casi no me
salía del cuerpo, tenía un nudo que me atenazaba la garganta. Veía su carita
toda emocionada y me sentía tan orgullosa de que lo hubiera logrado y de manera
tan brillante, que no cabía dentro de mí. Igual me pasó cuando leyó su Tesis
Doctoral.
-Las dos hemos vivido, como madres, los nervios del examen
de MIR, la elección de plaza, los duros años de residencia.
»¿Cómo
valorarías el sistema de especialización de la Medicina en España?
-Todos los sistemas tienen fallos pero dentro de lo peor este
es de lo mejor porque si estudias puedes tener una plaza asegurada. Otra cosa
es que saques un número que te asegure la plaza en concreto que deseas. Por eso
son muchos los que después de terminar una especialidad vuelven a examinarse
para ver si consiguen obtener nota y hacer lo que ellos querían. Es cierto que
los años de residencia son muy duros, pero creo que son a los únicos licenciados,
ahora graduados, que les pagan por formarse.
-Si tuvieses que resumir en un corto recuerdo el día de
la boda de tu hija, ¿qué me contarías?
-Su sonrisa de felicidad y el brillo de sus ojos, nunca los
olvidaré.
-En tus libros plasmas anécdotas y vivencias del día a
día. Tu despacho, el portero de la finca en la que tienes tu consulta privada,
están reflejados en la Trilogía del Mal. ¿Te has planteado escribir algo que se
desarrolle en la Facultad de Medicina, con los estudiantes, tus alumnos, de
protagonistas?
-Hasta ahora no lo había pensado, pero igual algún día
puedo planear un asesinato en el campus, eso daría mucho juego. Me has dado una
gran idea jajaja.
-Si te digo, háblame del mar, ¿qué se te ocurriría?
-Para mí el mar es vida. Representa las vacaciones, la
tranquilidad, el disfrute, escribir, leer, compartir con familia y amigos. No
puedo pasar mucho tiempo sin verlo, así que me escapo cuanto tengo unos días
libres.
-¿Y qué me dirías de Córdoba?
-Una ciudad preciosa que a veces no valoro demasiado
por aquello de la costumbre y la rutina. Cuando acompaño a alguien que no es de
aquí y recorro con ellos su calles, callejas y monumentos es cuando vuelvo a
apreciar el valor tan inmenso que tenemos y lo afortunados que somos de
compartir tantas culturas diferentes.
-Tus comienzos en las redes sociales, en Facebook en
particular, fueron con la famosa Granja, FarmVille. ¿Cómo era la granjera María
José? ¿Qué te hizo dejarla?
-¡Dios mío, qué recuerdos! Nos juntamos unos pocos amigos,
algunos nos reencontramos por Facebook y otros los hicimos a partir de la
granja. Estábamos hasta altas horas de la noche jugando. Éramos vecinos, nos
cuidábamos unos a otros, nos inventábamos perfiles falsos en FB de granjeros
para obtener más recursos y entre todo eso, compartíamos y nos echábamos unas
risas, que era lo más divertido. El problema estaba en que la granja necesitaba
mucha dedicación para tenerla en condiciones y yo tenía poco tiempo, ya había
comenzado a escribir, por lo que al final tuve que sacrificarla en pos de la
escritura. Pero nunca olvidaré aquella época. Fue muy especial.
-Leí en una entrevista, al poco de conocerte, que tu
gran ilusión era ser abuela. Esa ilusión se vio satisfecha en diciembre de
2015, con la llegada de Alberto. ¿Qué es tu nieto para ti? ¿Cómo te ha cambiado
la vida?
-Es verdad, recuerdo haberlo dicho. Pero, aquella
ilusión no tenía nada que ver con lo que luego sentí cuando nació Alberto. Fue
un instante, cuando vi salir del paritorio a mi hija con su hijo entre los
brazos y cómo lo miraba, sentí como si un ciclo se hubiera cumplido. Emocionada
y con lágrimas en los ojos disfruté de aquella visión y desde entonces esa
personita se me ha metido tan dentro que me ha cambiado la vida por completo.
Verlo por la mañana es mi alegría de cada día y hasta ahora he podido disfrutar
de ese privilegio. Pienso continuamente en él y estoy deseando ver su sonrisa.
Además ahora que ya es más persona e interacciona se disfruta mucho más de su
compañía, aunque está hecho un pequeño terremoto. Te confieso que cuando mi
hija se quedó embarazada deseaba que fuera una niña, pero ahora no cambio a Alberto
por nadie.
-¿Cómo te llama?
-Me llama yaya J
-Me emocionó cuando publicaste el cuento “Pepe Pepino”.
Eso sí que era romper todos los esquemas de lo que habías escrito hasta
entonces. ¿Por qué lo escribiste?
-Escribí el cuento pensando en ese futuro nieto/a que anhelaba
tener. Era una manera de que supiera que su abuela escribía y que siempre
pudiera tenerlo a mano y recordarme. Mi idea y, aún no la descarto
completamente, era hacer una serie con el personaje. No sabía lo difícil que
era tener que compaginarlo con una ilustradora.
-¿Qué pensaste cuando la Reina Sofía lo compró para sus
nietos en la Feria del Libro de Madrid?
-Cuando Ramón Alcaraz me escribió y me lo dijo, no me
lo creía. Recuerdo que estaba en casa de Mercedes Gallego, nos había invitado a
comer a Mayte Esteban y a mí. Según Mayte, puse una cara de boba inmensa. Ni en
sueños lo habría imaginado. Pensé que igual era el tirón que necesitaba para
darse a conocer, pero no fue así. Pepe Pepino no ha encontrado aún su sitio,
confío en que algún día sea suficientemente apreciado.
-Cuando iba a nacer tu nieto, nos sorprendiste haciendo
cosas preciosas para su canastilla. ¿Haces labores habitualmente?
-De siempre me ha gustado mucho la costura, el punto de cruz,
el petit point y el punto de media. Recuerdo desde muy pequeña ponerme a coser
junto a mi madre, mientras ella lo hacía y me enseñaba. Me encantaba hacer
vainica doble, me salía genial. Lo último que he hecho fue la canastilla de
Alberto y no creo que pueda hacer muchas cosas más. Tengo artrosis de las manos
desde que los cuarenta años y últimamente ha avanzado muchísimo (cosas de
cumplir años), ya casi no puedo escribir a mano, y el médico me ha prohibido
que haga esfuerzos con ellas. De todas maneras si viniera otro nieto o nieta, a
pesar del dolor, algo le haría.
-También te encanta cocinar, sobre todo con la
Thermomix. ¿Cuál es tu plato preferido?
-La Thermomix me encanta porque me ahorra tiempo.
Mientras la máquina cocina yo puedo seguir leyendo o escribiendo. Sin embargo, mi plato preferido son los huevos fritos
con patatas, pimientos y chorizo. Tanto nos gusta que es la comida que hacemos,
clásicamente, el día de Navidad que celebramos desde hace muchísimos con los
amigos.
-Nómbrame hasta tres escritores que hayas leído en tu
juventud y que consideres que te han influido.
-Daphne du Maurier el autor de Rebeca.
»Emily Brönte
y su novela Cumbres Borrascosas
»Maxence van
der Meersch con la novela Cuerpos y almas
»Todas estas
novelas las he leído un sinfín de veces.
-¿Qué tipo de cine te gusta?
-Cualquier película que sea buena y que no solo me entretenga
sino que me haga pensar.
-¿Que te gustaría que se supiese de ti, que no hayas
contado?
-Soy una mujer inquieta, disfruto con todo y me encanta
aprender. Creo que es una de las facultades humanas más importante que no cesa
con la edad.
-Me voy a poner seria que queda poco tiempo para que
nuestra charla llegue a su fin. ¿Qué proyectos tienes?
-Como sabes he estado un tiempo sin escribir después de
terminar la Trilogía del Mal. Ahora he vuelto a retomar un personaje muy
querido para mí, Baldomero Puerto Casillas, el protagonista de Vida y milagros
de un ex. Estoy escribiendo una nueva aventura y planeando de qué manera darla
a conocer. También tengo otras cosas en mente que prefiero guardarme hasta que
haya algo más concreto.
-¿Qué suponen las dos brujillas Pilar Muñoz y Mayte
Esteban en tu vida?
-Son mi apoyo y sustento en este complicado mundo
literario en el que normalmente te encuentras muy sola. Nos ayudamos mutuamente
a la hora de escribir con idea de hacerlo cada vez mejor y presentar un
producto final cuidado; en los malos momentos (suele haber muchos) nos
sujetamos entre las tres y nos alegramos de los triunfos que cada una va
consiguiendo con gran esfuerzo. En definitiva son mis «amigas».
-¿Cómo ves el panorama editorial y de autopublicación?
-No lo veo bien, Almudena. La autopublicación ya no es
como cuando yo autopubliqué Bajo los tilos. Amazon cada vez está más repleto de
novelas por lo que hay una gran competencia y pocas ventas. Por otro lado, la
publicación por editorial tampoco te asegura las ventas a no ser que des un
«pelotazo» como yo le digo a mis brujillas. Es decir, una editorial de las grandes
que apueste al 200% por ti. Muchos lo intentan pero muy poco son los escogidos.
-Además de tus libros, has acudido a todos los medios
de comunicación para explicar el peligro de las redes sociales en niños y
adolescentes y la presencia del Mal a nuestro alrededor. ¿Crees que has
conseguido que estemos más atentos? ¿Tiene solución el problema o va unido a
las nuevas tecnologías?
-Siempre que acudo a la radio o a la televisión como ha
ocurrido desde que se ha publicado la Trilogía del Mal, intento no solo hablar
de mi novela sino de la aquellos aspectos preventivos que intento trasmitir
también con ellas. Como sabes cada una de ellas trata de aspectos muy concretos del mal: el maltrato
psicológico, los abusos sexuales en la infancia, la pedofilia y el ciberacoso.
Todos estos problemas me preocupan mucho porque se dan con excesiva frecuencia
y, a veces, ni nos damos cuenta de que están pasando a nuestro lado. Y respecto
al problema de las redes sociales, lo que estamos penando es nuestra
ignorancia. Todos, adultos y niños, tenemos que aprender a movernos con
seguridad en este mundo tecnológico.
-¿Cuál ha sido tu última lectura?
-Acabo de terminar una novela que me ha gustado mucho
porque está muy bien tramada, con unos personajes bien trazados y con mucha
carga psicológica bien llevada, se titula Tan tuyo como tu muerte de Emili
Bayo, de Versátil ediciones. Un thriller psicológico que te recomiendo.
-En tu consulta de psiquiatría verás todo tipo de
pacientes. ¿En algún momento has sentido miedo?
-Llevo más de treinta años de profesión y creo que solo
en dos o tres veces me he sentido vulnerable ante un paciente. Al contrario de
lo que pensamos, el enfermo mental no es agresivo a no ser que tenga
alucinaciones o delirios. Mucho más agresiva es la gente normal.
-Ahora que está muy de moda escribir sobre el
arrepentimiento de algunas mujeres después de vivir la maternidad, como mujer,
¿qué opinas sobre este tema?
-Yo nunca he creído en el instinto maternal. La
maternidad debe ser un hecho responsable, de manera que cuando uno se decide a
traer un hijo al mundo debe de ser consciente de todo lo que eso conlleva.
Quien es madre y se arrepiente es porque no ha valorado todos los pros y
contras de lo que supone ese hecho; suelen ser personas muy egocéntricas.
-Hay autores que ven un error que se cuente en las redes sociales cosas de la vida privada, que defienden que hay que limitarse exclusivamente a la promoción de sus libros. ¿Qué opinas?
-Hay autores que ven un error que se cuente en las redes sociales cosas de la vida privada, que defienden que hay que limitarse exclusivamente a la promoción de sus libros. ¿Qué opinas?
-En realidad, los expertos advierten que nadie debe de
hablar de su vida privada en las redes sociales. El problema está en que el
clásico espacio público ha desaparecido a favor de un nuevo espacio privado (el
de las redes sociales) en el que a veces se airea hasta lo más íntimo. Un
escritor utiliza normalmente las redes para promocionar sus novelas, pero es
verdad que el hablar de tu vida privada te acerca a los lectores, que en
definitiva son los que compran tus novelas.
-¿Piensas en tu jubilación? ¿A qué te gustaría dedicar
tu tiempo?
-Mucho. A partir de los 60 años (el año que viene) ya
me podría jubilar en la Facultad de Medicina. Pero aún no sé cuando lo haré.
Depende de algunos factores que tengo que controlar antes de irme. Cuando me
jubile me gustaría dedicarme a mí un poco más. Estoy tan liada siempre que
apenas me escucho. Hacer algo de deporte, pasear, tomar café con los amigos,
visitar exposiciones, librerías… y, por supuesto, dedicar más horas a mi nieto
y a escribir.
Nuestro
tiempo se está acabando. El AVE no espera.
Dejamos
los últimos minutos para enseñarnos en nuestros móviles lo guapísimos que están
nuestros nietos, aunque nos enviamos fotos muy a menudo, siempre está esa
última que no hemos mostrado todavía.
Nos
despedimos en el estanque de las tortugas con la promesa de vernos pronto y la
seguridad de mantener nuestro contacto día a día.
Después
de conocer un poco mejor a esta gran mujer, seguro que os apetece leer a esta
magnífica escritora. Estos son sus libros publicados:
Su blog: blogdemjmoreno.blogspot.com/Y acaba de estrenar otro en la revista Zendalibros «En el diván»
Se nota el feeling y el cariño que hay entre vosotras. Una charla muy entrañable, y vosotras dos, aún más. Me ha encantado!
ResponderEliminarUn beso!!
Gracias.
EliminarYa sabes que no te vas a librar, jajajajaja!!!
Besitos.
Entrevistas como ésta son siempre de agradecer. Son la mejor manera de conocer la faceta humana del autor, y de lo buenas que son algunas haciendo entrevistas :) Éstas, las bordas.
ResponderEliminarUn beso.
Ya lo hemos hablado, nuestra conversación está pendiente.
EliminarUn beso.
Gracias, Almudena, compartí un buen rato contigo y esta entrevista es de las mejores que tengo porque esa sí que soy yo, yo :)
ResponderEliminarGracias a ti. Me gusta escucharte, pero también sabes escuchar, que es muy importante. Besitos.
EliminarCreo que todavía estás a tiempo para estudiar periodismo y convertirte en reportera. O sin estudiarlo, que en los tiempos que corren no hace falta. Una entrevista preciosa, diferente y que rebosa amistad. Genial por las preguntas y emocionante por las respuestas.
ResponderEliminarGracias amiga.
EliminarNo creas que te vas a librar ;)