Cuenta la leyenda de la gran duquesa Anastasia Nikoláyevna de Rusia, quien supuestamente escapó de la ejecución de su familia a manos del ejército bolchevique. Años después, una huérfana amnésica de nombre Anya trata de descubrir la verdad sobre su pasado. “Anastasia” narra la apasionante aventura de la hija pequeña de los Romanov que, según la leyenda, escapó de la revolución bolchevique y viajó de San Pertersburgo hasta París, para encontrar allí su verdadera identidad, y convertirse en la dueña de su destino.
Este musical, traído directamente desde Broadway, dirigido por Darko Tresnjak, está
basado en la historia homónima de animación, pero me ha parecido mucho más
«realista».
En la película
de dibujos, Rasputín convertido en un monstruo sobraba en la historia. Era el
pegote que había que poner porque tenía que existir el malo malísimo.
En el musical lo
han suprimido, dejando que el mayor enemigo de Anastasia sea el propio régimen
instaurado en Rusia tras el asesinato de los zares.
Me recuerda más
a la magistral película de 1956 protagonizada por Ingrid Bergman, sobre todo la
segunda parte de la historia, que a la de dibujos animados.
El musical, con efectos
3D, un gran ballet, un buen coro y unos protagonistas que cumplen las expectativas,
encabezados por Jana Gómez, Anastasia, con una voz dulce, pero potente.
La
orquesta en directo nos invita a recordar las canciones que ya conocíamos y
muchas nuevas, creadas para esta obra.
Dos cosas me han
llamado mucho la atención: el fastuoso vestuario creado por Linda Cho y el
número de ballet, El lago de los cisnes, que se ofrece en la representación.
No quiero
olvidar a los secundarios, que en este caso protagonizan grandes momentos, como
el solo de Carlos Salgado, o el tango que bailan Silvia Luchetti y Javier
Navares, que ponen el punto cómico a la representación.
Un espectáculo
muy bonito para toda la familia, aunque yo no lo recomiendo para los más
pequeños.
Javier es hijo de unos amigos míos, le tengo echado el ojo al musical para volver a ver una actuación suya.
ResponderEliminarBesos
Gracias Almudena,mi duda es,los más pequeños hasta que edad?
ResponderEliminarYo pondría el límite en los mayores de diez años, más o menos.
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