
Este musical, traído directamente desde Broadway, dirigido por Darko Tresnjak, está
basado en la historia homónima de animación, pero me ha parecido mucho más
«realista».
En la película
de dibujos, Rasputín convertido en un monstruo sobraba en la historia. Era el
pegote que había que poner porque tenía que existir el malo malísimo.
En el musical lo
han suprimido, dejando que el mayor enemigo de Anastasia sea el propio régimen
instaurado en Rusia tras el asesinato de los zares.
Me recuerda más
a la magistral película de 1956 protagonizada por Ingrid Bergman, sobre todo la
segunda parte de la historia, que a la de dibujos animados.


La
orquesta en directo nos invita a recordar las canciones que ya conocíamos y
muchas nuevas, creadas para esta obra.
Dos cosas me han
llamado mucho la atención: el fastuoso vestuario creado por Linda Cho y el
número de ballet, El lago de los cisnes, que se ofrece en la representación.

Un espectáculo
muy bonito para toda la familia, aunque yo no lo recomiendo para los más
pequeños.
Javier es hijo de unos amigos míos, le tengo echado el ojo al musical para volver a ver una actuación suya.
ResponderEliminarBesos
Gracias Almudena,mi duda es,los más pequeños hasta que edad?
ResponderEliminarYo pondría el límite en los mayores de diez años, más o menos.
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