sábado, 15 de agosto de 2020

Día de la Paloma




Querida mamá:

Hace mucho tiempo que no te escribo pero hoy, a pocos minutos de comenzar el día de la Paloma y a pocos días de recordar el día que te fuiste, me apetece contarte cosas.

Ya te comenté que estábamos viviendo un año extraño, con el virus este que nos tiene atemorizados a muchos y haciendo el tonto a unos pocos, con unas previsiones nada buenas, con los contagios creciendo y la vuelta al cole muy cercana, lo que puede empeorar la situación.

Este año, como tantas otras cosas, se han suspendido las fiestas de La Paloma. Nuestro barrio se ha engalanado un poco, en un intento de la hostelería de salvar un mes complicado, aunque las calles están tristes. ¡Qué diferentes a lo que nos contabas de cuando papá y tú os conocisteis, un 15 de agosto! Cuando las calles se convertían en una fiesta permanente, la limonada se servía en cada rincón y los bailes estaban asegurados en cualquier esquina.

Pero bueno, no nos pongamos tristes. Hemos estado en  la casa que Dolores, mi consuegra, tiene en Villoria y, presidiendo el salón, está tu máquina de coser. ¡Qué ilusión me hace que siga utilizándose! Me cuenta que cose fenomenal, a pesar de tener más de cincuenta años. Está enseñando a coser a Victoria, aunque ella no quiere coser a máquina, le gusta la aguja y el hilo, lo lleva en los genes, su bisabuela materna y su abuela paterna.

Mamá, seis años ya desde que te fuiste a tu estrella…La felicidad del 2013, el año de las bodas, se tornó en lágrimas en el 2014, pero el 2015 nos devolvió la alegría con Victoria y con Manuela. ¡Cómo disfrutarías con ellas! Y Almudena, te llenaría de besos y abrazos porque es una zalamera.

Tu casa está quedando preciosa, ya está casi terminada, pero eso te lo contaré en otra carta, cuando Almu ya se haya ido a vivir allí y tu nieta esté ocupando tu espacio como señora de la casa, como tantas veces soñó. No te puedes ni imaginar lo que ha cambiado, pero vuestro espíritu permanece, en las paredes y en algún detalle, te va a encantar.

Te añoro mucho, cada día.


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