Relatos protagonizados
por perdedores, por soñadores, por luchadores sin más horizonte que el mañana.
Relatos que son una lección de esperanza, de supervivencia, que incitan a
beberse esta vida de un trago.
Todos son relatos
cuyos protagonistas podríamos ser cualquiera de nosotros. Incluso tú, que ahora
lees esta sinopsis.
Relatos de una vieja
calle donde el eco dijo, como cantaba Gardel.
Víctor Fernández Correas no es solo un buen novelista,
también es magnífico escribiendo pequeños relatos que encierran grandes
historias, muchas de ellas podrían ser el germen de un novela.
En este libro nos encontramos con veintidós historias con
todo tipo de protagonistas, ganadores y perdedores, luchadores, personas que se
han cansado de vivir y, por supuesto, enamorados. Pero, sobre todo,
encontraremos todos los sentimientos que seáis capaces de imaginar. Amor,
desamor, celos, esperanza, venganza, dolor, historias rotas, la muerte y la
posibilidad de elegir ese momento, leyendas, sueños…
También es común a todos los relatos la magnífica
ambientación, que nos adentra al lugar dónde está ocurriendo lo que el autor
nos cuenta, las miradas, esos ojos que hablan en muchos de los relatos, los
silencios y la música, mucha música.
Según me contó el propio autor en una entrevista que le hice
para la Revista Pasar Página, el título y la cubierta o portada: «Aúna todo lo
que pretendía mostrar con esta antología. Una calle es el mejor lugar para ver
gente, para examinar sus comportamientos, para observar sus gestos. Es un
universo de tamaño reducido pero tan infinito en cuanto a caracteres, modos de
vivir, de hablar, de comportarse… Además, es una estrofa del tanto Volver,
de Carlos Gardel, letra que da para muchos escritos, relatos, etc., si te lo
propones.»
En resumen, una delicia de lectura que nos deja con ganas de
mucho más.
Interesante reseña, Almudena. Soy un apasionado del cuento o relato corto.
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