Conocí a Félix G. Modroño a través de las redes sociales, las publicaciones que hacía y sus recetas de cocina, alguna de las cuales me cedió para publicar en mi blog Recetas para mi hija.
En algún momento compré este libro del que me atrajo su portada y ha estado aguardando su momento, como tantos otros, en este desorden en el que leo lo que me va apeteciendo.
Sinopsis:
Tras varios años viviendo en París,
Alfredo Gastiasoro regresa a Bilbao cuando se entera de que Izarbe ha muerto.
Su retorno pretende ser el último homenaje a la mujer que amó, pero pronto se
convertirá en una pesquisa sobre las inquietantes circunstancias que rodearon
su muerte. Alfredo tendrá que enfrentarse a su propio pasado, reviviendo una
historia de amor que coincide con la época en que Bilbao pasa de ser una
población casi rural a convertirse en una de las ciudades más prósperas del
Viejo Continente. Magníficamente ambientada en los primeros años del siglo XX,
y a medio camino entre novela negra, el género histórico, el relato sentimental
y hasta el de viajes, La ciudad de los ojos grises es, sobre todo, una bella
historia de suspense y nostalgia, de amor por una mujer y una ciudad.
Mi opinión:
Lo primero que me atrajo de este libro
fue la portada, bonita y evocadora.
Me ha gustado la forma de describir
Bilbao, el Bilbao de principios del siglo XX y el que recuerda el protagonista
de su infancia, a finales del XIX. La ciudad que ha pasado de ser un pueblo a
convertirse en una ciudad próspera, gracias al desarrollo industrial que está
transformando la ciudad día a día. Esa ciudad en la que el protagonista ya no
se siente en casa.
El autor nos pasea por sus calles, nos
lleva a comer a los lugares típicos y nos explica lo que comen, comida rica, de
Bilbao.
También he paseado por París, el bohemio
y el más moderno con la Torre Eiffel tan recientemente inaugurada en la Exposición
Universal de 1900, que está viviendo con temor los comienzos de una guerra
europea.
Durante toda la novela se van haciendo
saltos en el tiempo para que conozcamos el pasado y el presente de sus protagonistas.
En esos saltos se van citando personajes reales, que tienen algún tipo de
relación con los personajes ficticios, como Picasso, Unamuno o Indalecio
Prieto, entre otros, sin que nos llame para nada la atención su aparición en el
texto.
La trama principal, una investigación de
asesinato, sirve como hilo conductor para contarnos una historia de amor y
desamor, un secreto familiar, ponernos los sentimientos a flor de piel
hablándonos de la verdadera amistad, de personas buenas y no tan buenas.
Los personajes están maravillosamente
descritos. Izarbe, esa protagonista que está muerta desde la primera página y
que, sin embargo, llena toda la historia y Alfredo, el hombre que se enamoró de
ella cuando era todavía un chaval y la ha seguido queriendo toda la vida.
Alfredo vuelve a Bilbao para despedirla y se encuentra que ella ya no está y su
ciudad tampoco.
La narración está envuelta en un halo de
tristeza porque conocemos que la bonita historia de amor no puede tener un
final feliz, por el cielo gris de Bilbao, por la difícil época en la que se
narra la historia y hasta por el epílogo.
Una gran labor de documentación
redondean un libro muy difícil de catalogar: histórico, romántico y de intriga,
que me ha interesado desde la primera página y cuya lectura he «devorado» en
las páginas finales.
Me ha encantado.
Reseña publicada en el Blog de la Revista Pasar Página
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