miércoles, 19 de diciembre de 2018

La ciudad de los ojos grises: Mi opinión



Conocí a Félix G. Modroño a través de las redes sociales, las publicaciones que hacía y sus recetas de cocina, alguna de las cuales me cedió para publicar en mi blog Recetas para mi hija.
En algún momento compré este libro del que me atrajo su portada y ha estado aguardando su momento, como tantos otros, en este desorden en el que leo lo que me va apeteciendo.


Sinopsis:
Tras varios años viviendo en París, Alfredo Gastiasoro regresa a Bilbao cuando se entera de que Izarbe ha muerto. Su retorno pretende ser el último homenaje a la mujer que amó, pero pronto se convertirá en una pesquisa sobre las inquietantes circunstancias que rodearon su muerte. Alfredo tendrá que enfrentarse a su propio pasado, reviviendo una historia de amor que coincide con la época en que Bilbao pasa de ser una población casi rural a convertirse en una de las ciudades más prósperas del Viejo Continente. Magníficamente ambientada en los primeros años del siglo XX, y a medio camino entre novela negra, el género histórico, el relato sentimental y hasta el de viajes, La ciudad de los ojos grises es, sobre todo, una bella historia de suspense y nostalgia, de amor por una mujer y una ciudad.



Mi opinión:
Lo primero que me atrajo de este libro fue la portada, bonita y evocadora.
Me ha gustado la forma de describir Bilbao, el Bilbao de principios del siglo XX y el que recuerda el protagonista de su infancia, a finales del XIX. La ciudad que ha pasado de ser un pueblo a convertirse en una ciudad próspera, gracias al desarrollo industrial que está transformando la ciudad día a día. Esa ciudad en la que el protagonista ya no se siente en casa.
El autor nos pasea por sus calles, nos lleva a comer a los lugares típicos y nos explica lo que comen, comida rica, de Bilbao.
También he paseado por París, el bohemio y el más moderno con la Torre Eiffel tan recientemente inaugurada en la Exposición Universal de 1900, que está viviendo con temor los comienzos de una guerra europea.
Durante toda la novela se van haciendo saltos en el tiempo para que conozcamos el pasado y el presente de sus protagonistas. En esos saltos se van citando personajes reales, que tienen algún tipo de relación con los personajes ficticios, como Picasso, Unamuno o Indalecio Prieto, entre otros, sin que nos llame para nada la atención su aparición en el texto.
La trama principal, una investigación de asesinato, sirve como hilo conductor para contarnos una historia de amor y desamor, un secreto familiar, ponernos los sentimientos a flor de piel hablándonos de la verdadera amistad, de personas buenas y no tan buenas.
Los personajes están maravillosamente descritos. Izarbe, esa protagonista que está muerta desde la primera página y que, sin embargo, llena toda la historia y Alfredo, el hombre que se enamoró de ella cuando era todavía un chaval y la ha seguido queriendo toda la vida. Alfredo vuelve a Bilbao para despedirla y se encuentra que ella ya no está y su ciudad tampoco.
La narración está envuelta en un halo de tristeza porque conocemos que la bonita historia de amor no puede tener un final feliz, por el cielo gris de Bilbao, por la difícil época en la que se narra la historia y hasta por el epílogo.
Una gran labor de documentación redondean un libro muy difícil de catalogar: histórico, romántico y de intriga, que me ha interesado desde la primera página y cuya lectura he «devorado» en las páginas finales.
Me ha encantado.

Reseña publicada en el Blog de la Revista Pasar Página



No hay comentarios:

Publicar un comentario