El pasado día 24 de Febrero se presentó en la Librería Lé de Madrid, el
libro “Carolus” de Carolina Molina.
El espacio se quedó pequeño para todos los que acudimos a
escuchar a esta periodista y escritora con una oratoria fuera de lo común.
Ella sola, sin acompañantes, fue desgranando su novela en
tres bloques, Carlos III, la vida en el siglo XVIII y el Madrid de esa época.
Su novela, con personajes históricos y ficticios, está
protagonizada por el propio Rey, dos granadinos, Lorenzo de Elvira y Gil López
y dos burgalesas, Dorita y la marquesa de Valdivielso.
Nos cuenta del rey que cree que era una persona
obsesiva-compulsiva y que padecía un síndrome de Asperger. Le encantaba la
naturaleza, la caza y el chocolate. Le considera un rey cercano, trabajador, de
costumbres rutinarias, pero sin olvidarnos de que es un monarca absolutista.
Feo, casado con María Amalia de Sajonia, que no se
caracterizaba por su belleza y a la que los años y los múltiples partos afearon
más, se profesaron un amor y un respeto que no era normal en la época en la que los
matrimonios reales eran sólo cuestión de Estado.
Aunque sigue un rigor histórico, deja claro que su finalidad
no es enseñar historia, si no crear curiosidad en el lector. Es novelista, no
historiadora.
Nos comenta la indumentaria de la época, la trasformación de
Madrid durante el reinado de Carlos III, a pesar de que vivía poco más de un
mes en nuestra ciudad y no nos desvela nada de la trama, sólo que está escrita
con humor, y que nada es lo que parece.
En el turno de preguntas nos explica que tiene poco tiempo
para escribir. Que, una vez que hace el esquema del libro, imagina escenas
mientras desarrolla su vida cotidiana y, por la noche, en poco más de una hora,
se sienta a plasmarlo con palabras.
Aprovecha el verano para iniciarse en sus proyectos porque
en la playa tiene tiempo de dedicarle más de una hora diaria.
Perfila los personajes principales pero los secundarios se
van colando, casi sin que ella los busque y toman vida propia.
Dos de sus protagonistas vienen de Granada, como guiño a
esta ciudad a la que tanto quiere y sobre la que tanto ha escrito.
Las damas son de Burgos, en otro guiño a su familia política
de tierras palentinas lindando con Burgos.
Acaba con una pregunta curiosa «¿Qué ciudad le inspira más,
Granada o Madrid?» Y aún más curiosa su respuesta: «Madrid es como el marido al
que quieres mucho y Granada como el amante que te apasiona».
Con las dedicatorias y las fotos, se acabó esta presentación
de la que disfruté mucho, porque salí de allí sabiendo un poco más sobre este
personaje de nuestra historia y admirando a esta autora, desconocida para mí
hasta hace pocos días.
Volveré a verla y escucharla en unos días, en las Segundas Jornadas Madrileñas de Novela Histórica, que ella dirige.
No quiero acabar esta crónica, sin darle las gracias a Víctor Fernández Correas, que fue el que me invitó a acudir y el que me presentó a Carolina.
No quiero acabar esta crónica, sin darle las gracias a Víctor Fernández Correas, que fue el que me invitó a acudir y el que me presentó a Carolina.
Y lo que sea menester ;) ¡Gracias por la mención!
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