lunes, 30 de diciembre de 2019

Mis lecturas de 2019





Como es tradición, hago una entrada con un resumen de mis lecturas en este año que se acaba. Continúo centrándome en autores españoles, que tenemos muchos y muy buenos.

Comencé con El último romántico de Carolina Molina y casi termino el año con otro de esta autora Los ojos de Galdós. En el primero, Maximiliano Cid nos cuenta su historia en Granada, en el segundo su hija se convertirá en los ojos de un Galdós casi ciego para recordarnos su vida.

La leyenda de los dos piratas, de María Vila, muy bien escrita, es un  ejemplo de que una novela no es corta ni larga, sino buena o mala. Me gustó mucho y la reseñamos en el número 17 de la Revista Pasar Página

La mirada de una bruja, de Antonia Corrales, segundo de una trilogía que todavía no he acabado de leer, me falta el último, y que se sale de lo que la autora nos tiene acostumbrados. Fantasía muy bien escrita.

Un 4 de febrero, antología de relatos con fines benéficos, fue la primera antología de las que he leído este año, le siguieron Todas contamos, de varias autoras, que vio la luz coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer. La colección Recetas para enamorar, nueve relatos que unen una historia de amor y una receta de cocina y que yo compré uno a uno pero que ahora se pueden adquirir en un solo libro. Breverías de Marta Querol y los Cuentos de Rujen, han sido con los que cierro esta serie. Todos ellos contienen relatos magníficos. Estos dos últimos reseñados en el número 24 de la Revista Pasar Página

He leído más novelas negras y policiacas que nunca, me las recomiendan y no me resisto. Comencé con El caso de las japonesas muertas, de Antonio Mercero, que tuvo el aliciente de pasearme por mi barrio; La tragedia del girasol, de Benito Olmo; Talión de Santiago Díaz; Monteperdido de Agustín Martínez (número 19 Pasar Página); Donde fuimos invencibles, de María Oruña; La suerte de los idiotas de Roberto Martínez Guzman, Si esto es una mujer de Lorenzo Silva y Noemí Trujillo; La novia gitana, de Carmen Mola, Soledad de Carlos Bassas y Reina Roja y Loba negra, de Gómez Jurado.

No he dejado de lado los románticos, que tan buenos momentos me hacen pasar. He disfrutado con Nadina o la atracción al vacío y Lo que arriesgué por ti, ambos de Marisa Sicilia, este último me permitió ganar el sorteo del «libro viajero» organizado por HQÑ, que me ha dado muchas satisfacciones. De Carmela Trujillo, Martina, muy buena romántica y Desde el otro lado, que sin ser una romántica al uso, habla de amores muy profundos. Promesas de arena de Laura Garzón, ha sido una grata sorpresa, con una buenísima historia de amor, ambientada en el conflicto de Palestina e Israel. Y llego a La colina del almendro, ese gran libro romántico-histórico que ha demostrado al mundo lo bien que sabe escribir Mayte Esteban.

Aroma de vainilla de Isabel Martínez Vaquero, La sinagoga del agua de Pablo Aguilar (número 24 Pasar Página), Papel y Tinta de María Reig, Diamantes de luz helada de Carlos Díaz Domínguez (número 24 Pasar Página), me han permitido conocer grandes libros y buenos autores a los que no había leído nunca.

Dos de Paloma Sánchez Garnica, Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido y La sospecha de Sofía, dos de Mónica Gutiérrez Cuéntame una Noctalia y Todos los veranos del mundo y El eco de la piel de Elia Barceló, (número 21 Pasar Página) autoras que nunca me decepcionan.

Dos tocayos que me encantan, Víctor del Árbol, y su durísimo libro Antes de los años terribles y Víctor Fernández Correas, con un magnífico manuscrito que espero que este 2020 que comienza, vea la luz.

Todo el bien y todo el mal, de Care Santos, Chavela Vargas de Carmela Trujillo (número 24 Pasar Página) e Inmemorian de Ismael Santiago, se unen a esta lista de libros buenos.

Acabo con dos que me han hecho sentir algo especial por diferentes motivos: Trampantojo de Marina Lomar, porque tuve el honor de hacer la presentación en Madrid, junto con Marta Querol y María Vicenta Porcar, y Las mujeres que no salen en los libros de Mercedes Gallego, porque he vivido su creación desde el inicio, he leído los diferentes manuscritos, el resultado final es muy bueno y tiene una fotografía de mi madre en portada.

Acabaré el año con Dolores Redondo y La cara norte del corazón, pero ese ya se queda para el 2020.

No os lo vais a creer, pero todo han sido buenas lecturas. Soledad y Antes de los años terribles, en novela dura, La colina del almendro, en romántica, Las mujeres que no salen en los libros, intimista, el Eco de la piel y La sospecha de Sofía, «best seller», serían mis magníficas.

También quiero mencionar a los autores de cuentos infantiles, leo muchos y muy buenos y a todos aquellos autores que nos regalan sus relatos en las redes sociales, porque también son lecturas buenísimas, aunque no figuren en ninguna lista.

Termino con una frase de Pilar Muñoz:

«Escribir para conquistar, leer para ser conquistada»


3 comentarios:

  1. Muchas gracias por confiar en nuestras historias escritas.

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  2. Hemos coincidido en bastantes: Elia Barceló y Care Santos son siempre un acierto. El de Víctor del Árbol no me gustó, pero creo que fui yo, a todo el mundo le ha enamorado y yo lo cerré.

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  3. Me siento responsable de lo que dices sobre que has leído más novela negra que nunca, jajaja. Coincido en muchas contigo, El eco de la piel, sublime. Por otro año lleno de buenos libros. Bss.

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